viernes, 13 de julio de 2012

Sexualidad: cuáles son tus puntos débiles


Tanto el hombre como la mujer tienen múltiples zonas erógenas, y es bueno conocer cuales son, ¿por qué limitarse siempre a lo mismo?. Descubrí cuáles son para disfrutar.
El placer sexual no tiene por qué limitarse a la zona genital. En realidad, el órgano sexual más grande del ser humano –dejando de lado la mente– es la piel, y algunas partes son especialmente sensibles porque allí se localizan terminaciones nerviosas que reaccionan ante cualquier estímulo.

¿Cuáles son esas partes?

- Los labios son una de las zonas más sensibles del cuerpo (y los besos, una de las primeras muestras de atracción). Besar a tu pareja lentamente será una excelente manera de estimularla.

- El cabello es un mundo por descubrir. Jugar con él permite varias sensaciones: deslizar los dedos por él es un masaje muy estimulante.

- El cuello es la entrada a la intimidad de la persona: la nuca, detrás de las orejas, la línea de la carótida, etc.

- Rozar suavemente la espalda, apenas con las yemas de los dedos, también es una excelente estimulación. En la espalda, las zonas más sensibles están entre los omóplatos y en la zona lumbar.

- Como puerta de entrada a los genitales, también los muslos son fuente de placer. Las expectativas por la cercanía a la vagina multiplican la excitación.

- Los senos son una de las zonas femeninas más erógenas. Sobre todo, los pezones. Pero conviene no acercarse directamente a ellos, sino empezar con la parte cercana a las axilas.

- Por último, los pies. Dar un masaje relajante en los pies como preámbulo para un encuentro sexual también proporciona grandes dosis de placer.

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