miércoles, 5 de junio de 2013

Los días en la vida…, de la Argentina!!!

> Por Yasser O. HASE

Raros días vienen sucediendo en el País. Mientras por un lado se encumbran detrás de un periodista de renombre –que ha modificado enormemente el eje de sus obligaciones profesionales a cambio de los beneficiosos billetes que, ahora le suman a sus bolsillos, los mismos grupos concentrados de poder a los que ante investigaba y denunciaba-,  amplios sectores disconformes con los avances políticos, económicos, sociales y, culturales que ha adquirido nuestra Nación en la última década mientras que, por otro lado, se avizora una óptica, con esperanzas, anhelos, deseos, progresos y mejoras que, durante muchos años habían sido postergadas.
Claro es el panorama general que se vislumbra. Por un lado un gobierno que genera inclusión, desarrollo, sustentabilidad y –aunque sea un poco cursi- felicidad en la gran mayoría del Pueblo. Del otro lado se hallan una variedad de sectores de diversas proveniencias que, son tan disímiles como contrapuestos y, ni aún teniendo un proyecto gubernamental con tendencias parecidas (todos ellos priorizan un modelo social, político y económico tendiente al liberalismo que nos ha regido durante el término de 12 – 13 años, entre los ´90 y, el año 2003) son capaces de consolidar un frente que pudiera tener alguna oportunidad realmente fortalecida, ante la actual gestión del oficialismo nacional.
Si hay algo en lo que todos estos sectores confluyen es en que, su mayor fortaleza son las denuncias del comunicador mediático -que realiza en su programa de los domingos por televisión o, de lunes a viernes en radio o, en su columna del diario más conocido del país-  y, en el conjunto de informadores, que también trabajan para ese monopolio de medios que, posee algunas informaciones tan “precisas”, como “híper, re contra chequeadas”, a tal punto, que todos las operadoras que conforman ese grupo, deben mantenerlo vigente en todas sus programaciones, durante todo el día. Así mismo, suman entre sí, todas las críticas contra las medidas tendientes a una mayor inserción de los sectores más azotados, dentro de un Estado Popular.
De esa manera es que no se tolera, ni se ve con buenos ojos, la reducción de la pobreza, mayor cantidad de empleo, la expropiación de empresas nacionales (claramente afecta intereses corporativos de grandes grupos opresores, de capitales nacionales y extranjeros, que fugaban los ingresos lejos de nuestras fronteras), la industrialización estatal, las mejoras económicas, la protección del mercado interno, la AUH, el programa Conectar Igualdad, la renegociación de la deuda externa y, por sobre todos los puntos, que la clase media aumentara en los últimos tiempos, equiparándose más hacia arriba la sociedad argentina, y no, como desde hace muchos años sucedía, incrementando el número de indigencia.
Tampoco debemos considerar que, por haber logrado estos progresos, se ha solucionado todo. Aún hacen falta muchos objetivos colectivos más que, de llegar a concretarse, creo que, viviríamos en el sueño constante de los revolucionarios históricos.
Utópico sería que en nuestra República no habláramos de corrupción, de diferencias sociales o bien, que realmente lleváramos adelante la consiga impulsada por la Jefa de Estado, “La patria es el otro”. Tampoco creo que, nunca podamos vislumbrar aquel “Unidos y Organizados” –al menos, entre los 40 millones de compatriotas-, ya que quienes siguen ponderando las diferencias sociales, aquellos que se preocupan por la inflación (nunca menor a las paritarias) que, en gran medida es causada por empresas grandes que regulan los precios y los mercados, o, por la restricción al dólar (producto de las grandes fugas de capitales que, muchos de los que intentan devaluar, eliminaron del perímetro argentino) o, limitan leyes constitucionales que deberían tener vigencia para pluralizar la información (gracias a cautelares que algunos jueces adeptos, imponen sobre la Ley de Servicios Audiovisuales), nunca se verán reflejados en los históricos conceptos del peronismo, nacionalismo y/o, socialismo, desarrollado en algunas etapas positivas, como la actual, contengan y contemplen, sus intereses.
Los días en la vida, siguen circulando por ese rumbo. Y, mientras algunos, siguen reteniendo las materias exportables, siguen encaprichados en caminos de desigualdad, en mantener las políticas neoliberales a raja tabla y, fueron capaces de desperdiciar alimentos, parar al País con sus paros y, dividir a la sociedad, el Gobierno sigue su camino con gestión, inclusión, militancia (desde el 2003 a la fecha, se retomó aquel bello hábito que, tras la más cruenta dictadura de nuestra historia –entre 1976 y 1983-, se había visto desvalorizada por completo) y, con ideas e intentos constantes.
Son dos rumbos completamente opuestos.

Yo, sigo a favor del que propone y, trata de idear estrategias nacionales todo el tiempo, en favor del glorioso Pueblo Argentino.