viernes, 26 de julio de 2013

26 de Julio – El día que Evita se hizo inmortal

>Por Yasser O. Hase



"Si este pueblo me pidiese la vida, se la daría cantando, porque la felicidad de un solo descamisado vale más que toda mi vida" – Eva Perón

            Así como narró en su histórica frase fue el desenlace de su vida.

            María Eva Duarte, popularmente considerada la jefa espiritual de la Nación, el 26 de Julio de 1952, a sus escasos 33 años y, a poco de haber sido testigo de la victoria de su compañero  – el Coronel Juan D. Perón – en los sufragios del 11 de Noviembre de 1951 y, habiendo exigido al máximo su estado de salud para acompañar la asunción de Perón, el 04 de Junio de 1952, Evita, dejaba éste mundo terrenal.

            El sábado 26 de julio hacía frío y llovía cuando se informó por la cadena de radiodifusión:
Cumple la Subsecretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la señora Eva Perón, Jefa espiritual de la Nación. Los restos de la señora Eva Perón serán conducidos mañana al Ministerio de Trabajo y Previsión en donde se instalará la capilla ardiente.” 

            De ésta manera, tomaba estado público el penoso suceso que enlutaba a la gran masa más desprotegida, vulnerable y humilde de los argentinos, como a la mayoría de la sociedad.

            Félix Luna (1985) describe a los días que siguieron " como si una gran tiniebla descendiera en todos lados". Llovizna incesante sobre calles vacías, vidrieras a oscuras, los faroles de las calles cubiertos con crespones negros, no funcionaban los transportes. Se decretó duelo nacional por un mes y la obligación de mostrar señales de duelo. Cerraron los cines, los teatros y todos los espectáculos, las radios transmitían exclusivamente música fúnebre y los diarios orlaban su primera página con franjas negras. .

            Ese era el modo en el que se sentía aquella entrañable pérdida en nuestra República. Nada sería igual para nuestro País. Ni la sociedad, ni sus “descamisados”, ni el mismo Perón sanarían esa herida.

            Error grande que se ha cometido, ya que desde ese momento, “Evita” dejaba el de existir físicamente para transformarse en poesía, en revolución, en unidad, en respeto (el mismo que muchos sectores oligárquicos no le tuvieron durante su vida), en remeras, gorros, vinchas; en palabras profundas, en ideas. Se transformaba en una de las más fuertes banderas sociales, que siempre serán enarboladas a través de la historia grande del Pueblo.

            A pesar de haber intentado por todos los medios de borrar su recuerdo – robaron su cuerpo, lo ultrajaron, le hicieron violaciones de todo tipo y, lo tuvieron durante muchos años para mancillar – jamás comprendieron que ese daño sobre su cuerpo, no empañaría para nada, su figura, su gestión, sus formas… su legado.

Mi voluntad suprema

<Quiero vivir eternamente con Perón y con mi Pueblo. Esta es mi voluntad absoluta y permanente y será también por lo tanto cuando llegue mi hora, la última voluntad de mi corazón. Donde esté Perón y donde estén mis descamisados allí estará siempre mi corazón para quererlos con todas las tuerzas de mi vida y con todo el fanatismo de mi alma. Si Dios lo llevase del mundo a Perón antes que a mí yo me iría con él, porque no sería capaz de sobrevivir sin él, pero mi corazón se quedaría con mis descamisados, con mis mujeres, con mis obreros, con mis ancianos, con mis niños para ayudarlos a vivir con el cariño de mi amor: para ayudarlos a luchar con el fuego de mi fanatismo; y para ayudarlos a sufrir con un poco de mis propios dolores. Porque he sufrido mucho; pero mi dolor valía la felicidad de mi pueblo... y yo no quise negarme -yo no quiero negarme- yo acepto sufrir hasta el último día de mi vida si eso sirve para restañar alguna herida o enjugar alguna lágrima.

Pero si Dios me llevase del mundo antes que a Perón yo quiero quedarme con él y con mi pueblo, y mi corazón y mi cariño y mi alma y mi fanatismo seguirán en ellos, seguirán viviendo en ellos haciendo todo el bien que falta, dándoles todo el amor que no les pude dar en los años de mi vida, y encendiendo en sus almas todos los días el fuego de mi fanatismo que me quema y me consume como una sed amarga e infinita.

Yo estaré con ellos para que sigan adelante por el camino abierto de la justicia y de la libertad hasta que llegue el día maravilloso de los pueblos. Yo estaré con ellos peleando en contra de todo lo que no sea pueblo puro, en contra de todo lo que no sea la "ignominiosa" raza de los pueblos. Yo estaré con ellos, con Perón y con mi Pueblo, para pelear contra la oligarquía vende patria y farsante, contra la raza maldita de los explotadores y de los mercaderes de los pueblos. Dios es testigo de mi sinceridad; y él sabe que me consume el amor de mi raza que es el pueblo. Todo lo que se opone al pueblo me indigna hasta los límites extremos de mi rebeldía y de mis odios. Pero Dios sabe también que nunca he odiado a nadie por sí mismo, ni he combatido a nadie con maldad sino por defender a mi pueblo; a mis obreros, a mis mujeres, a mis pobres "grasitas" a quienes nadie defendió jamás con más sinceridad que Perón y con más ardor que "Evita". Pero es más grande el amor de Perón por el pueblo que mi amor; porque él, desde su privilegio militar, supo encontrarse con el pueblo, supo subir hasta su pueblo, rompiendo todas las cadenas de su casta. Yo, en cambio, nací en el pueblo y sufrí en el pueblo. Tengo carne y alma y sangre del pueblo. Yo no podía hacer otra cosa que entregarme a mi pueblo. Si muriese antes que Perón, quisiera que esta voluntad mía, la última y definitiva de mi vida sea leída en acto público en la Plaza de Mayo, en la Plaza del 17 de Octubre, ante mis queridos descamisados.>

(Eva Perón, Mi mensaje, Ediciones del Mundo, Buenos Aires, 1987.)


Hoy, a 61 años de aquel día, su imagen se ve reflejada en cada Provincia, cada Municipio, Localidad, Barrio; se ve presente en los miles de jóvenes, ancianos y, en la gran mayoría de argentinos que, día a día, mantienen viva y fresca, su principal virtud: Construir en todo momento una sociedad más justa, equitativa, libre, soberana y, llenarla de amor al Pueblo y a la Patria. 

viernes, 19 de julio de 2013

Ring…ring…ring… Suena suena y???... No funciona!!!


Ø  Por Yasser O. Hase

Qué común que resulta en los usuarios de las telefónicas que los desperfectos en las líneas perjudiquen las comunicaciones.




Ya no es una novedad que a la hora de intentar llamar a alguien, ocurra algún desperfecto que lo impida. Como así también, con los mensajes de texto, la utilización de las diversas herramientas que empleen internet y/o, los silencios y desconexiones que acontecen habitualmente.


He aquí donde uno puede hallar el mal manejo que se registra desde las diversas compañías. Antes, lo complicado podía llegar a resultar cuando la notificación se intentaba realizar a otra empresa, que no fuera la que le presta el servicio a uno. En éste tiempo, las dificultades se encuentran hasta en la misma prestadora que comparten dos personas.

Resulta casi ilógico observar el estado de abandono que las brindadoras de servicios tienen, siendo que es una época en la cual, lo “normal”, es ver que la gente posea más de una línea (o número). Natural es ver en estos tiempos 4 o 5 celulares en un hogar, para uso particular, más los que generalmente brindan las patronales a sus empleados.

Basta caminar un poco por zonas de caudal de ciudadanos, para mirar cuanta utilidad tiene éste avance tecnológico. Asimismo, se vislumbra con asiduidad los malestares de los mismos individuos constantemente ya que no pueden enviar un mensaje, redactar un mail, ingresar a Facebook, twitear algo, leer algún periódico o, siquiera, poder llamar a algún familiar, amigo o el ser querido.

Cabe retomar que esta problemática, afecta a todas las empresas de comunicaciones. Por ello es que el inconformismo de los usuarios, se ve reflejado a menudo, en las redes sociales, en las largas colas de sus prestadoras, en la vía pública y demás. De esta forma es que, aún se desconoce cuál es modus operandi que poseen estas firmas. No se comprende la falta de inversión, la mala prestación que brindan, la mala respuesta que dan a los reclamos y, el poco respeto que se le otorga a los clientes, incluso, antes las sanciones que el Estado les impone. Siempre es más cómodo pagar esas cifras (muy elevadas para los mortales pero, insignificantes para ellos) que mejorar los servicios ofrecidos.

Irracional es ver que ante el crecimiento constante de la demanda, no se tomen medidas. Pero si, los costos siempre son mayores. Nunca se equivocan a la hora de realizar los cobros.

Desafortunadamente, esta noticia, sólo queda en eso. Grandioso sería poder visualizar a corto plazo un cambio y, no seguir padeciendo tantas dificultades.
Pero, ¿Harán oído a los manifiestos de los consumidores, estas corporaciones de telecomunicaciones, que tan globalizadas están?

Esa es el interrogante que nos queda a todos, como usuarios perjudicados, por la mala calidad de servicios de telefonía móvil.

jueves, 18 de julio de 2013

El Tiempo de las noticias como armas

Ø  Por Yasser O. Hase

Siempre que nos arrimamos a ésta época eleccionaria, quedamos sumergidos en ese mar de tristeza que nos enseñan a diario los distintos noticiosos, ya sean gráficos, televisivos, radiales, etc.

Difícil es poder apreciar conquistas sociales, desarrollo productivo, mejoras salariales, turismo nacional e internacional, avances tecnológicos, científicos y de cualquier naturaleza. Todo eso queda archivado en los recortes pequeños, en las terceras o cuartas pasadas, o, en los bloques menos relevantes ante la suba de precios de algunos productos (que pocos dicen quienes regulan los números y los mercados), las distintas aristas de un caso de asesinato (que ocurrió hace 30 días) donde se venden las hipótesis de los comunicadores como verdades (que se refutan día a día, ya que solo son el pensamiento de ellos, que no han sido capacitados para llevar adelante una investigación de esas características, sino que, para trasmitir un mensaje o información), el cambio de pensamiento sobre las inversiones hacia el País (no hace mucho, la falta de capitales extranjeros, era la peor crisis nacional; ahora la llegada de socios que aporten dinero para alternar las expediciones apuntadas son infructuosas – aun cuando los riesgos sean mayores para los ajenos -), la aparición de quien fuera la mejor figura futbolística del mundo repercute por sus relaciones personales y disgustos con la prensa (no se lo busca para conocer su pensamiento, sus logros, sugerencias y recomendaciones sobre lo que lo caracterizó o, sobre sus actuales proyectos laborales – malos o buenos – sino que, se lo utiliza para enseñar los aspectos propios, íntimos y propios de millones de seres humanos, exponiendo ante la sociedad, las peores conductas de la vida de un hombre) y así, podemos seguir relatando hasta completar éste escrito.


Ante esta conducta recurrente, de las vías comunes usadas por la gran mayoría de la gente, para notificar lo que naturalmente manipula el pensamiento y la reflexión de la sociedad, es que debemos considerar, ¿Hasta qué punto deseamos conocer lo que los grandes medios tienen para comunicar? ¿No sería más saludable poder oír a los vecinos de un barrio, anunciando las nuevas actividades que se podrán realizar en esa zona, o, la obtención del alumbrado público, o, la mejora en la plaza pública? Acaso, ¿no es más interesante, y potable, enterarse sobre una nueva PYME que nace en la región, que brindará puestos de trabajo a algunas personas y desarrollo económico local? O, tal vez, ¿no resulta más atractivo poder conocer las propuestas culturales que nacen en el esfuerzo de jóvenes con iniciativa? Es de todos estos interrogantes que, cuando se realiza una lectura precisa sobre las noticias que, se evidencia la tendenciosa orientación que asumen la gran mayoría de cadenas informativas: cambian lo esencial de la vida y la producción de contenidos naturales que hacen a la vida cotidiana y real de las personas, por lo sensacionalista, lo privado de gente que es referencia para las mayorías, lo turbio de bárbaros sucesos y acontecimientos, lo triste de la vida. En pocas palabras, se ahorca lo fundamental de la sociedad, por lo que cotiza en bolsa y vale dinero.

miércoles, 17 de julio de 2013

Lo que la campaña nos deja…


Ø  Por Yasser O. Hase

La militancia es un suceso hermoso que, quienes hemos tenido posibilidad de llevar adelante, podemos afirmar. Y, aquellos que no han tenido oportunidad de conocer, se las recomiendo.

Sin embargo, hay que hacer un paréntesis a éste tema y, realizar el siguiente análisis: ¿Cuánto se deja de lado, por acompañar con nuestra militancia, una campaña política? ¿Vale la pena el esfuerzo? ¿La recompensa es realmente la deseada? ¿Los objetivos son netamente cubiertos? Cuantos interrogantes surgen de momentos como los que en la actualidad nos toca vivir. Cuantas posibles respuestas existen, en base a las diversas variables que acontecen.

En definitiva, nadie mejor que los militantes para dar réplicas de lo que aquí hablamos. En definitiva son ellos los que sacrifican tiempo con sus hijos, madres,  padres, hermanos, familiares en general, como así también, amistades, relaciones amorosas, estudios, trabajo y, lo que resulta irremplazable en la vida, su tiempo.

Es acá donde se debe realizar un profundo examen serio de la situación. Aquellos candidatos a los que les brindamos parte de nuestro recorrido, realmente lo valoran de tal manera? Eso es una incógnita. Cuando éste representa en la función pública, los compromisos asumidos en sus discursos de campaña, nos demuestra con gestos que, valió la pena tanto sacrificio, en parte. Pero, cuando el mismo cambia su camiseta partidaria, sus principios o ideas, no está pegando en lo más profundo del alma?

Así también, vale pensar si, nuestro trabajoso deber realmente ha de ser correspondido con aquel empleo que se ha prometido, si efectivamente éste llega, si los ingresos económicos de hoy mejorarán la calidad de vida de ayer, si las deudas contraídas para afrontar esta etapa son satisfechas, si no son, sólo ofertas de maniobra.

 Difícil es tener certezas de todas éstas óperas; nadie puede tener, a ciencia cierta, una refutación clara a tantas incertidumbres. Lo que si podemos es recorrer lo que en muchas ocasiones ocurre y, observar con delicadeza, los resultados conocidos, en reiterados casos.

Duro resulta pensar el grado de aplicación que utilizan algunos políticos (aspirantes a cualquier cargo), cuando vemos reflejado su anhelo, en las necesidades más básicas de las personas – trabajo, vivienda, dinero, etc. – llegando a incitarlos a tomar terrenos públicos, usurpar viviendas, ofrecer puestos laborales (muchos de ellos inexistentes), dinero en efectivo, bolsones o, elementos de utilidad frecuente, para la vida de las mismas.

No obstante, debe aclararse que, escenarios de éste tipo, no son el contexto que explotan todos. Pero si, muchos de los que siempre demuestran sus deseos desesperados, por ocupar lugares a costa de cualquier precio y, a cambio de no ser siquiera claros en sus determinaciones, o, incluso, sin saber siquiera proponer ningún proyecto de mejora social.


Mirando el círculo que rodea la atmósfera, que se vislumbra en épocas de elecciones y, considerando tantos factores de importancia, hay mucho que estudiar, sobre el tramado de cuánto vale la militancia en época de campaña y, si se aprecia la misma.  

lunes, 1 de julio de 2013

39, el número de la lluvia.-


Ø  Por Yasser O. Hase


El 1° de Julio de 1974, comenzó la llovizna en el alma de una gran parte de la sociedad argentina, ante el paso a la inmortalidad del líder del Justicialismo, Juan Domingo Perón.-

         Cuando transcurrían las 13:15hs del 1° de Julio de 1974, pasaba a formar parte de la historia, el único argentino que pudo lograr ser tres veces Presidente de nuestro País - en forma democrática todas ellas –, General Juan Domingo Perón. Creador de uno de los espacios más representativos y emblemáticos del escenario político nacional – como es el movimiento justicialista-, militar, desarrollista, estadista, político y transformador de las realidades sociales, a través de sus ideales y medidas reformistas, fue uno de los más recordados y admirados personajes del País.
            Con la partida del gran estratega, no cayó su doctrina.

Esa doctrina que a lo largo de los años, él fue puliendo y aceitando, para generar un movimiento tan concentrado y poderoso, capaz de sobrevivir y sobrellevar derrocamientos, proscripción, dictaduras y, ser apto y firme, para llevar adelante la construcción democrática, como en la actualidad.


Recorrido de su vida.-

            Juan Domingo Perón (Lobos, provincia de Buenos Aires, Argentina, 8 de octubre de 1895 – Olivos, Argentina, 1 de julio de 1974) fue un político, militar y presidente argentino.

Fue Presidente de la Nación Argentina en tres ocasiones; la primera, en las elecciones del 24 de febrero de 1946, para el periodo 1946–1952; la segunda, en las del 11 de noviembre de 1951 para el período 1952–1958, que no alcanzó a completar debido al golpe militar que lo derrocó el 16 de septiembre de 1955 y la tercera el 23 de septiembre de 1973, tras 18 años de exilio para el periodo 1973-1977, que no pudo completar a causa de su fallecimiento.

En 1943, el coronel Juan Domingo Perón participó activamente del golpe militar que derrocó al gobierno conservador de Ramón Castillo. Ocupó el Departamento Nacional del Trabajo. Desde allí Perón iniciaba su carrera política.

Su formación política y militar.-

(*1) El coronel había nacido en Lobos, Provincia de Buenos Aires, el 8 de octubre de 1895. A los 13 años ingresó en el Colegio Militar de la Nación, donde obtuvo el grado de subteniente de Infantería. Con el grado de teniente, participó en la represión de los huelguistas de los sucesos de la Semana Trágica de enero de 1919. En enero de 1929 se casó con Aurelia Tizón, una muchacha de clase media, trece años menor que él a la que llamaba Potota.

En 1930, se acercó a los sectores cívico-militares que preparaban el golpe contra el presidente Hipólito Yrigoyen apoyando al ala más moderada representada por el general Agustín P. Justo. En 1932, al asumir Justo la presidencia, fue designado ayudante de campo del nuevo ministro de guerra. Desde ese lugar privilegiado, Perón accedió por primera vez a los entretelones del gobierno y de la cúpula militar.
(*1)Tomado de la página de Felipe Pigna –“El Historiador”-

El rumbo de su vida social y pública.-


Oficial intelectual

Ya incorporado al ejército, el joven oficial Perón logró desarrollar su intelecto y su iniciativa por encima de la media de sus camaradas. Ejemplo de ello es que en 1914, en su primer destino como subteniente en el Regimiento 12 de Infantería de Paraná, Entre Ríos, organizó para los soldados que quedaban de franco en el cuartel representaciones teatrales, llegando a escribir a tal efecto una obra titulada “Silvino Abrojo”; así como un “Boxing Club” para canalizar en el deporte la energía de los reclutas. Iniciativas que están fuera de lo común en el mundo militar de hoy, mucho más aún en el de entonces.

Sabemos también que el teniente Perón fue enviado al mando de tropas a restablecer el orden social quebrado por rebeliones obreras en las localidades santafecinas de Villa Guillermina, en 1916, y de San Cristóbal en 1919; y que en ambos casos cumplió exitosamente su misión mediando intuitivamente entre patrones y huelguistas, sin utilizar la represión. Se diferenció así de la forma de proceder que tuvieron otros oficiales del ejército que, en circunstancias similares, actuaron violentamente ante conflictos obreros en la Patagonia y en los Talleres Vasena de Buenos Aires. Rompió así nuevamente, con esta conducta, el molde de comportamiento medio de la institución militar.

Estos antecedentes llevaron a que el oficial Perón fuera considerado parte de los intelectuales del ejército, una minoría entre una mayoría de troperos. Así fue sucesivamente distinguido por sus superiores con tareas educativas y formativas dentro de la fuerza: Escuela de Suboficiales “Sargento Cabral” en 1920, Escuela Superior de Guerra en 1930 y Centro de Instrucción de Tropas de Montaña en 1941; con misiones políticas: Comisión de Límites Internacionales en 1931, Informe Sobre la Patagonia en 1935, Agregado Militar y Aeronáutico en Chile en 1936 y Misión a Europa en 1938; y destinos ejecutivos vinculados a la conducción estratégica: Secretario Privado del Ministro de Guerra en 1930, Ayudante de Campo del Ministro de Guerra en 1934, y Jefe de la Oficina del Ministro de Guerra en 1943.

Como huella de su paso por estas distintas misiones, el oficial Perón dejó escritos, la mayoría de ellos editados por el ejército. Cada uno de estos textos fue primero una clase sistemática, una charla, o una conferencia. De este proceso Perón construyó un método del desarrollo de las ideas que le fue de extrema utilidad cuando abrazó el liderazgo político. Aprendió a hablar como escribía y a escribir como hablaba, explicándose con frases directas y sencillas, de fácil comprensión para los suboficiales y oficiales, sintetizando sus ideas en consignas casi publicitarias. Como prueba de esta singularidad de Perón, tenemos que al final de su vida en la década de los ‘70, en charlas coloquiales e improvisadas se citaba a él mismo en conceptos generados en la década de los ‘40/50, repitiéndolos casi sin alteraciones formales. Desarrolló, según sus propias palabras, un “pragmatismo didáctico” partiendo de “lo particular a lo general y de lo concreto a lo abstracto” para explicar los hechos y formular sus teorías.

Algunos de los libros que Perón alumbró antes de incursionar en la acción política fueron: “Moral Militar”, “Higiene Militar”, “Apuntes de Historia Militar”, “Campaña del Alto Perú 1812-14”, “El Frente Oriental en la Guerra de 1914”, “La Guerra Ruso-Japonesa”, “Toponimia Patagónica de la Etimología Araucana”, “La idea Estratégica y la Idea Operativa de San Martín en la Campaña de los Andes”, “La Patagonia, Pasado, Presente y Porvenir” y “Las Operaciones en 1870: Guerra Franco-Prusiana”, entre otros.

Fuentes y aportes al pensamiento de Perón

Esta breve reseña de la carrera militar y de la producción intelectual de Perón, permiten comprender que en 1945, a los 50 años de edad y con el grado de coronel, no era un improvisado, ni uno más dentro del ejército. Estaba en la plenitud de su vida útil y con ideas sobre qué hacer más allá de la profesión militar, si se daban las circunstancias.

Asoma el pensamiento político

Tenemos así que en la primera etapa de la revolución militar del 4 de junio de 1943, la de la creación de la logia militar secreta GOU que organizó el golpe de estado que terminó con los gobiernos del fraude organizados por la concordancia entre el conservadorismo y el radicalismo anti-personalista o anti-yrigotenista, el discurso de Perón no se diferenció demasiado del pensamiento militar clásico de los demás oficiales: la nación, el orden, la religión, la moral, etc.

Pero en el tránsito de militar a político que comenzó a recorrer a partir de que asumió en diciembre de ese año la Secretaría de Trabajo y Previsión se registró un cambio en su discurso, a medida que gestionaba para hacer realidad los derechos laborales de los trabajadores.

Al efecto de justificar la conducta crecientemente rupturista con el orden establecido que comenzaba a transitar, Perón utilizaba una muletilla: “Como Alejandro Magno, yo ocupo el terreno, después mis abogados dirán porqué”; pero, a diferencia del héroe macedonio, él se asumió como su propio abogado, construyendo él mismo en forma progresiva una teoría explicativa de su acción.

En ese proceso él fue explicándose a sí mismo y explicándose a sus seguidores, conformando con el paso de los años un pensamiento que llegó a ser orgánico y enriqueció hasta el último día de su vida.

El pensamiento social

En efecto, el pensamiento social: la defensa de un rol activo de los sindicatos en la sociedad y la necesidad de reformar las relaciones laborales en beneficio de los trabajadores para equilibrar el poder de los empresarios, la importancia de implementar la ayuda social a los más postergados, etc., se hicieron notar en su pensamiento a medida que su acción desde la Secretaría de Trabajo y Previsión fue tomando peso y le fue exigiendo definiciones; y, recíprocamente, fue recibiendo a su vez de los trabajadores sindicalizados respuestas políticas que lo estimularon a seguir adelante con su cruzada social; a pesar de que por esa acción él sabía que marchaba a un conflicto cierto con el pensamiento militar clásico del resto de sus camaradas.

Aquel Octubre de 1945.-

Perón fue obligado a renunciar a principios de octubre y detenido y trasladado a la Isla Martín García. El 17 de octubre de 1945 miles de trabajadores provenientes del cordón industrial del Gran Buenos Aires ocuparon la Plaza de Mayo decididos a no moverse hasta que Perón apareciera en los balcones de la Casa Rosada. Por la noche finalmente el Coronel pudo estrenar su saludo con los brazos en alto. Perón se había impuesto y ya ocupaba un lugar destacado en la política nacional.

Pocos días después, ocurrieron dos hechos significativos para la historia del peronismo: la creación del Partido Laborista por parte de los sindicatos peronistas para lanzar la candidatura de Perón y el casamiento de éste, con Eva Duarte, una joven actriz de radio que vivía con Perón desde hacía algunos meses.

Mientras Perón organizaba sus fuerzas partidarias con el Partido Laborista, sectores radicales disidentes y conservadores, la oposición constituyó un frente electoral denominado Unión Democrática. Lo integraban la U.C.R, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Progresista y el Partido Comunista. A la Unión Democrática la apoyaron la Sociedad Rural, la Unión Industrial, la Bolsa de Comercio y el embajador de los EEUU, Spruille Braden. La candidatura de Perón fue apoyada por los sindicatos, por sectores militares y por la Iglesia Católica.

En las elecciones de febrero de 1946, Perón se impuso obteniendo casi los dos tercios de la Cámara de Diputados, la mayoría de los puestos del Senado y casi todas las gobernaciones provinciales. Al asumir la presidencia Perón elaboró un Plan Quinquenal que intentó transformar la estructura económica del país fomentando la industria y estimulando el mercado interno. Paralelamente, el estado peronista emprendía una importante política de estatizaciones acorde con una corriente mundial en ese sentido. Pese a las buenas intenciones, el peronismo no logró transformar a la industria en la principal fuente de ingresos del estado, cuyas divisas seguían proviniendo de la exportación de granos y carnes.

Una difícil situación internacional, con mercados cerrados, el fuerte boicot norteamericano contra nuestro país y dos malas cosechas consecutivas obligaron a Perón a replantear su política económica. En 1949, promediando su primera presidencia, Perón convocó a elecciones para una Asamblea Constituyente. El amplio triunfo peronista permitía incluir en el texto de la constitución la posibilidad de la reelección del presidente y los derechos del trabajador. Se establecieron también los derechos del estado sobre las fuentes de energía y el fomento de la intervención estatal en la economía. Esta reforma, junto con la Ley de Voto Femenino, sancionada gracias al impulso de Evita, llevarían en 1951 a Perón a un amplio triunfo electoral y a un segundo período de gobierno.

El Segundo Plan Quinquenal planteaba volver a una economía más tradicional y la aplicación de ajustes en los salarios y las políticas sociales. Las bases del modelo peronista comenzaban a tambalear y se produjo un acercamiento con los EEUU materializado en el polémico contrato petrolero firmado con la Standard Oil de California, que contradecía gran parte de los principios doctrinarios peronistas y daba enormes ventajas a la compañía norteamericana.

El peronismo tuvo ciertas características autoritarias y personalistas que irritaban a la oposición. Durante gran parte del gobierno de Perón fue muy difícil poder expresar ideas opositoras con libertad. La mayoría de los medios de comunicación estaban en manos del estado y los restantes sufrían permanentes clausuras. En las universidades, los estudiantes protestaban por el bajo nivel educativo y la importante presencia de profesores de tendencias fascistas. Líderes como el radical Ricardo Balbín y el Socialista Alfredo Palacios sufrieron la cárcel y el exilio.

La crisis desatada en 1952, coincidentemente con la muerte de Eva Perón, debilitó notablemente al modelo peronista y le fue restando apoyos.

En 1954, estalló el conflicto con la Iglesia Argentina cuando ésta decidió apoyar a un partido Demócrata Cristiano, siguiendo las orientaciones mundiales del Vaticano. Perón se ofendió porque consideraba a su partido democrático y cristiano, y no veía la necesidad de crear otro. De aquí en más las pasiones se desataron. Perón sancionó una Ley de Divorcio, legalizó los prostíbulos y suprimió la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas. La Iglesia encabezó la oposición y, el 11 de junio de 1955, la tradicional procesión de Corpus Christi se transformó en una multitudinaria manifestación antiperonista. El descontento eclesiástico alentó la disconformidad militar y comenzó a prepararse un nuevo golpe cívico militar.

El primer intento golpista se concretaría el 16 de junio con el bombardeo de la Plaza de Mayo por parte de la Marina con el objetivo de matar a Perón. La acción causó más de trescientos muertos. Por la noche, grupos de peronistas quemaron en represalia las principales Iglesias de la Capital. Perón intentó parar la ola de violencia pero ya era tarde. El 16 de septiembre las fuerzas armadas tomaron el poder expulsando a Perón quien finalmente marcharía al exilio por 18 años.

Evita, la mujer de su vida…, su compañera.-

            María Eva Duarte de Perón (Junín o Los Toldos, provincia de Buenos Aires, 7 de mayo de 1919 – Buenos Aires, 26 de julio de 1952), también conocida como Eva Perón o Evita; fue una actriz y política argentina que, ocupó un rol central en el peronismo. Se casó con Juan Domingo Perón en 1945 y tras la asunción de este como Presidente de la Nación Argentina el año siguiente, Duarte se convirtió en primera dama.

            En 1944 Duarte conoció a Perón, entonces secretario de Estado, en un acto de recaudación de fondos para las víctimas del terremoto de San Juan en el Luna Park.

            Evita, ya casada con Perón, participó activamente en la campaña electoral de su marido en 1946, siendo la primera mujer en hacerlo. El 24 de febrero de ese año, la fórmula Perón-Quijano fue electa con el 54% de los votos y, el 1 de mayo de 1946,  Perón asumió como presidente y Eva pasó a desempeñar el puesto de primera dama. Inmediatamente después de asumir se presentó el proyecto del Sufragio femenino, que finalmente fue sancionado en 1947. Tanto el presidente como su esposa apoyaron fuertemente al proyecto, y su trabajo para lograrlo es una de las obras más reconocidas de Duarte de Perón. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, se buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949. En 1949 además fundó el Partido Peronista Femenino, el cuál presidió hasta su muerte.

El peronismo tuvo una relación estrecha y compleja con el movimiento obrero. Eva Duarte, ferviente y combativa defensora de los derechos sociales y laborales, ocupó un vínculo directo entre Perón y los sindicatos, que conformaban la «columna vertebral» del peronismo. Impulsó además la formación de milicias obreras y, poco antes de morir, compró armas que entregó a la CGT. Como primera dama, se comprometió con la ayuda social y con quien ella llamaba «sus descamisados». En 1948, Duarte fundó la Fundación Eva Perón, dedicada al desarrollo de una labor social que llegó prácticamente a todos los niños, ancianos, madres solteras y mujeres que eran únicos sustento de familia, perteneciente a los estratos más carenciados de la población. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, colonias de vacaciones, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas.

El movimiento obrero propuso en 1951 a Evita como candidata a vicepresidenta, sin embargo ella renunció a la candidatura el 31 de agosto, conocido como el Día del Renunciamiento. Las luchas internas en el peronismo y la sociedad ante la eventualidad de que una mujer apoyada por el sindicalismo pudiera llegar a vicepresidenta y un ya avanzado cáncer de útero fueron algunos causantes de dicha acción. A pesar de su condición, Evita hizo varias apariciones públicas y el 5 de noviembre de ese mismo año, fue intervenida quirúrgicamente. El 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez y el 26 de julio murió, a la edad de 33 años. Tras su muerte la CGT declaró tres días de paro y el gobierno estableció un duelo nacional de 30 días. Su cuerpo fue velado en la Secretaría de Trabajo y Previsión hasta el 9 de agosto, cuando fue llevado al Congreso de la Nación para recibir honores oficiales, y luego a la CGT. Evita escribió dos libros en sus últimos años, “La razón de mi vida”, en 1951 y, “Mi mensaje”,  en 1952.

El regreso.-

            Tras el ostracismo, al que fue expuesto Perón y, habiendo acordado durante su exilio que se podían garantizar las condiciones de la participación de todos las líneas políticas (desde la distancia seguía dirigiendo él, al movimiento justicialista), se llegó al posicionamiento del Frejuli (Frente Justicialista de Liberación) en el que, el Dr. Héctor Cámpora se impone en las elecciones del 11 de Marzo de 1973.

            Tras un breve lapso, en el ejercicio del Ejecutivo Nacional, da un paso al costado para abrir el definitivo paso que, permitiría el retorno del Jefe del Movimiento más amplio nacional, el Partido Justicialista, con el regreso triunfal del mentor. Así es que, el 23 de Septiembre, la fórmula Perón – Perón, obtiene con el 60% de los votos, el tercer mandato del General.


            Con el más sabio y cauto de los Perones, comienza el ciclo más breve de su ejecución, ya que, con tan sólo unos meses, el Gran conductor, el 1° de Julio de 1974, a los 78 años, dejaba el mundo terrenal, para pasar a la inmortalidad,  uno de los más grandes baluartes de nuestra historia y, a mi entender, (uno de los más grandes estrategas) de la historia de nuestra Nación.