Contexto
de la época:
Con las llamas
de la crisis social y política generada en diciembre de 2001 aun encendida, el
entonces presidente Eduardo Duhalde convocó a elecciones generales.
El Partido
Justicialista, tomó la decisión inédita de suspender la elección interna y
permitir a todos los precandidatos el uso de los símbolos partidarios comunes
para ir a la elección. De esta manera,
Carlos Menem, Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá se presentaron bajo el ala
del peronismo.
Al no alcanzar
el 45%, Menem y Kirchner pasaron a la segunda ronda. El balotaje debía
celebrarse el 18 de mayo, pero al vislumbrar una inminente derrota ante
Kirchner, Menem retiró su candidatura.
Ese domingo se
declaró el triunfo del santacruceño que marcó el inicio de la era K en el
Gobierno.
10
años de cambios:
Quién
hubiera pensado que ese proceso iniciado en aquel momento, como resultado de la
necesidad del justicialismo de encontrar el caudal de votos que hicieran frente
a la decadencia en la que se encontraba el histórico partido, tendría como
resultado la transformación de la historia nacional???
Dadas
las inconsistencias que se venían produciendo dentro de la estructura más
emblemática de la Argentina, el Partido Justicialista, las alternativas
existentes eran pocas –al menos, para buscar una alternativa viable, para no solamente
sostener la idea neoliberal de Carlos Menem-.
Inteligentemente
el encargado del Ejecutivo Nacional, Eduardo Duhalde, comienza su búsqueda
entre algunas alternativas que se encontraban en el interior de las Provincias
Argentinas. Tal es el caso que, las posibilidades se terminan volcando en dos
Gobernantes que, debían hacer una gran labor para poder ser reconocidos en el
resto del País, antes de plasmar sus chances presidenciables.
José Manuel de
la Sota (Gobernador de Córdoba) y – el que terminó por iniciar la
transformación nacional – el santacruceño Néstor Carlos Kirchner.
Ante las
imposibilidades numéricas que siempre frenaron al cordobés, en las encuestas y
el electorado, y, el laborioso esfuerzo demostrado en sus recorridos por todo
el País de Kirchner, Duhalde entiende con rapidez que las chances de éste
últimos, eran las únicas herramientas de las que se podía valer para cambiar
las chances del ex mandatario riojano que aspiraba a volver a gobernar.
Con muchos
viajes, recorriendo localidades muy pequeñas, industrias, empresas y distintos
distritos de la República, Néstor comenzó a transmitir su sencillo, poco
protocolar y hasta simple mensaje que, se terminó de constituir, tras un día
como el de hoy pero, desde hace 10 años.
En aquella fría
e inhóspita jornada, el Dr. Menem se imponía en las urnas con el 24.45% de los
sufragios, seguido por el “Pingüino” – como se lo comenzó a llamar – Kirchner con
el 22.24% de los mismos y, en tercer lugar, por el ex Ministro de Economía,
Ricardo López Murphy, con el 16.37%. Los números marcaban con claridad (para
quienes hicieran un análisis práctico y sencillo) que, el 75% (aproximadamente)
de los Argentinos, deseaban que se cambiara el modelo Neoliberal que siempre
impulsó el exgobernador de La Rioja.
Ante resultados
tan directos, que sentenciaban el quiebre en el rumbo que tuvo ese sistema de
gobierno y, completamente impactados y dolidos por la fuerte crisis que nos
afectó en el año 2001, Kirchner ya tenía las mayores posibilidades de ganar por
amplio margen (en el ballotage), ante Menen.
Ello es lo
que lleva a que, unos días después, en
un mensaje que hizo creer en sueños nuevos, en alternativas distintas, ganas y
promesas de conquistas sociales, que el ex mandatario, renunciara a la segunda
vuelta, sin llegar a perder en las urnas.
Hoy,
tras haber pasado ya 10 años de aquel día, podemos apreciar que, los anhelos de
la sociedad se han ido realizando. Se ha un recambio generacional, en el que
hay integración, redistribución más equitativa de las riquezas, mayor PBI per cápita,
industrialización, nuevos mercados comerciales mundiales, reivindicación de los
Derechos Humanos – con el juzgamiento y la condena de muchos de los que
perpetraron la mayor masacre de la Historia Argentina, los militares culpables
-, pago de los compromisos económicos con los Organismos internacionales,
impulso de nacionalización de las Empresas que habían sido privatizadas durante
el menemato y, la inclusión definitiva de la Juventud en la vida Política de
nuestra Patria.
- "A los jóvenes les digo sean
transgresores, opinen, la juventud tiene que ser un punto de inflexión del
nuevo tiempo". Néstor Carlos Kirchner