miércoles, 26 de junio de 2013

Piquete al Corazón: Once años de la masacre de Avellaneda

> Por Yasser O. HASE



Masacre de Avellaneda es el nombre que recibe la serie de eventos que tuvieron lugar el 26 de junio de 2002 en las inmediaciones de la estación ferroviaria de la ciudad de Avellaneda, en el Gran Buenos Aires de Argentina.
El gobierno nacional ordenó la represión de una manifestación de grupos piqueteros y en la persecución y posterior movilización fueron asesinados por efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires los jóvenes activistas Maximiliano Kosteki y Darío Santillán pertenecientes al Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Guernica y de Lanús respectivamente, agrupados en la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón. Además se registraron 33 heridos por bala entre los manifestantes.

Lo acontecido hace once años.-

            Hacia fines de 2001, el País atravesaba la más profunda crisis de la historia, lo que desencadenó en la salida anticipada del Gobierno, de Fernando de la Rúa, quien había sido electo en 1999.

La inestabilidad económica se hacía presente en las calles, donde las protestas sociales eran moneda corriente. Miles de Argentinos se veían obligados a emigrar, en busca de nuevas posibilidades, hacia Europa y Norte América.
  
Tras las abruptas medidas adoptadas, la falta de empleo, la debilidad institucional y la escasez de políticas que defendieran a la ciudadanía, producía que muchos de los argentinos perdieran sus fuentes de ingreso, o, que disminuyeran los mismos, provocando una decadencia en sus vidas y, un perjuicio social insostenible.

Así fue que el 2 de enero de 2002 había asumido la presidencia, de forma interina, Eduardo Duhalde, quien había ordenado una devaluación del peso argentino, medida que en un principio agudizó la crisis, pero luego significó una ventaja en la competencia a la hora de exportar.

El 26 de junio de 2002, las principales organizaciones de desocupados del país se plantearon desarrollar la primera jornada de presión para conseguir un aumento general del salario y una duplicación de 150 a 300 pesos en el monto de los subsidios para los desocupados; más alimentos para los comedores populares; y en solidaridad con la fábrica ceramista Zanón ante el peligro de ser desalojada. Los movimientos piqueteros programaban cortar, en Buenos Aires, los principales puentes de acceso a la Capital Federal.

El reclamo piquetero que cortó varios accesos a Buenos Aires fue reprimido con balas de goma y municiones por un operativo conjunto entre la Policía Federal, la Policía de la provincia de Buenos Aires, la Gendarmería Nacional Argentina y Prefectura Naval Argentina.

Una cámara filmó el momento en que dos efectivos de la policía provincial dispararon sobre Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, que en ese momento se encontraban separados del resto de los manifestantes.

Además de los piqueteros asesinados, hubo 34 personas comprobadas heridas con balas de plomo.


Junio de 2013.-


            Transcurrida más de una década, de aquel triste 26 de Junio, los nombres de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, son motivo del recuerdo colectivo, en el pedido constante de Justicia, que desde aquella jornada gris los familiares, amigos, compañeros y, argentinos, hacemos año tras año. Se enarbolan como banderas en la memoria comunitaria, esas emblemáticas personalidades que ellos poseían y, son en cada momento, una de las causas que, aún debemos poder cerrar con justicia como Nación, para que, dejen de formar parte de las páginas negras de las injusticias en nuestra historia nacional.