Masacre de
Avellaneda es el nombre que recibe la serie de eventos que tuvieron lugar el 26
de junio de 2002 en las inmediaciones de la estación ferroviaria de la ciudad
de Avellaneda, en el Gran Buenos Aires de Argentina.
El gobierno nacional ordenó la represión
de una manifestación de grupos piqueteros y en la persecución y posterior
movilización fueron asesinados por efectivos de la Policía de la Provincia de
Buenos Aires los jóvenes activistas Maximiliano Kosteki y Darío Santillán
pertenecientes al Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Guernica y de
Lanús respectivamente, agrupados en la Coordinadora de Trabajadores Desocupados
Aníbal Verón. Además se registraron 33 heridos por bala entre los
manifestantes.
Lo
acontecido hace once años.-
Hacia
fines de 2001, el País atravesaba la más profunda crisis de la historia, lo que
desencadenó en la salida anticipada del Gobierno, de Fernando de la Rúa, quien
había sido electo en 1999.
La inestabilidad
económica se hacía presente en las calles, donde las protestas sociales eran
moneda corriente. Miles de Argentinos se veían obligados a emigrar, en busca de
nuevas posibilidades, hacia Europa y Norte América.
Tras las
abruptas medidas adoptadas, la falta de empleo, la debilidad institucional y la
escasez de políticas que defendieran a la ciudadanía, producía que muchos de los
argentinos perdieran sus fuentes de ingreso, o, que disminuyeran los mismos,
provocando una decadencia en sus vidas y, un perjuicio social insostenible.
Así fue que el 2
de enero de 2002 había asumido la presidencia, de forma interina, Eduardo
Duhalde, quien había ordenado una devaluación del peso argentino, medida que en
un principio agudizó la crisis, pero luego significó una ventaja en la
competencia a la hora de exportar.
El 26 de junio
de 2002, las principales organizaciones de desocupados del país se plantearon
desarrollar la primera jornada de presión para conseguir un aumento general del
salario y una duplicación de 150 a 300 pesos en el monto de los subsidios para
los desocupados; más alimentos para los comedores populares; y en solidaridad
con la fábrica ceramista Zanón ante el peligro de ser desalojada. Los
movimientos piqueteros programaban cortar, en Buenos Aires, los principales
puentes de acceso a la Capital Federal.
El reclamo
piquetero que cortó varios accesos a Buenos Aires fue reprimido con balas de
goma y municiones por un operativo conjunto entre la Policía Federal, la
Policía de la provincia de Buenos Aires, la Gendarmería Nacional Argentina y
Prefectura Naval Argentina.
Una cámara filmó
el momento en que dos efectivos de la policía provincial dispararon sobre
Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, que en ese momento se encontraban
separados del resto de los manifestantes.
Además de los
piqueteros asesinados, hubo 34 personas comprobadas heridas con balas de plomo.
Junio
de 2013.-
Transcurrida más de una década,
de aquel triste 26 de Junio, los nombres de Maximiliano Kosteki y Darío
Santillán, son motivo del recuerdo colectivo, en el pedido constante de
Justicia, que desde aquella jornada gris los familiares, amigos, compañeros y,
argentinos, hacemos año tras año. Se enarbolan como banderas en la memoria
comunitaria, esas emblemáticas personalidades que ellos poseían y, son en cada
momento, una de las causas que, aún debemos poder cerrar con justicia como
Nación, para que, dejen de formar parte de las páginas negras de las injusticias
en nuestra historia nacional.