De menor a mayor
El rendimiento del quinteto de Carlos Ferrero tuvo su punto alto en los playoffs. Cuando arrancó el certamen estaba jugando a la par el Federativo, pero, aún así, siempre puso su mejor potencial en cada fecha para darle la trascendencia necesaria al certamen local. En la grilla general quedó en la segunda posición y no arrancó bien los cuartos de final frente a Kimberley. Le costó ganar el primer punto, fue goleado en el segundo y recién en el desempate mostró su jerarquía. Llegaría Libertad de Sunchales y tal vez los dos mejores encuentros del campeonato. Con grandes producciones barrió al último subcampeón para instalarse en la final. Lejos de esperar una revancha con Unión (SF), quien le arrebató este título en 2010, los rojinegros se toparon con un Rivadavia “A” mejorado desde la llegada de Sebastián Ciorciari a la dirección técnica pero muy diezmado en su potencial por las importantes bajas.
Lo pasó por encima
Colón (SF) y Rivadavia “A” animaron un primer cuarto muy parejo en el 3º encuentro final. La aparición de Martín Salinas le dio una ventaja importante a los Rojos (35-22 a los 5’ del 2º cuarto), pero allí, los Sabaleros despertaron y hasta el final fueron claros dominadores del encuentro. Acortaron la brecha al cabo de la etapa inicial (35-33) y en el mismo amanecer del tercero cambiaron la historia. Gran cerco defensivo sobre Cepeda y Sauan, excelente defensa de Yacono sobre Salinas y goleo repartido con una aparición clave de Landi empezaron a darle el título a los del barrio Centenario.
La garra y vergüenza deportiva del rival no fue suficiente. Desde la línea, Colón (SF) sentenció el pleito y dejó el título en manos de un elenco que supo cambiar a tiempo, dio vuelta la serie final y festeja por virtudes propias un título que debe valorarse mucho por el constante esfuerzo de mucha gente que pudo plasmar en un resultado deportivo todo lo que hace por una de las entidades más importantes de la ciudad.
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