martes, 24 de julio de 2012

SANTA FE “En los 90 casi fundimos; hoy hacemos millones de bolitas”

En San Jorge, provincia de Santa Fe, funciona Tinka, la única fábrica de canicas del país. En la actualidad, produce entre ocho y diez millones de unidades mensuales, con distintos destinos.



En la actualidad Tinka produce entre ocho y diez millones de unidades mensuales, con distintos destinos.EN LA ACTUALIDAD TINKA PRODUCE ENTRE OCHO Y DIEZ MILLONES DE UNIDADES MENSUALES, CON DISTINTOS DESTINOS.
“La identidad de los fabricantes de bolitas es un enigma. Nunca hubo marcas, ni envases ni publicidad. Algo muy raro debe haber en todo esto”, escribió Alejandro Dolina bajo el título La Decadencia de la Bolita, en Crónicas del Ángel Gris.


Detrás del simpático anonimato al que refiere el periodista y escritor, existe en realidad una empresa familiar, única en el país, que trabaja desde 1953 en la ciudad de San Jorge, departamento San Martín, de esta provincia. Se trata de Tinka, una fábrica que abastece a todo el mercado nacional en ese rubro.


En diálogo con Diario UNO, Adrián Ñañez, integrante de la administración de la empresa, contó: “Por día, hacemos unas 400 mil bolitas. Arrancamos los domingos a las 6 de la tarde y producimos hasta el sábado a las 10 de la mañana de corrido. Es un trabajo continuado”.


—¿Cuál es principal destino de su producción?


—Nosotros sólo abastecemos el mercado interno. Nunca exportamos y aunque tenemos la necesidad de hacerlo, no damos abasto con la producción. La mayoría de la producción se nuclea en Buenos Aires y después se redistribuye al resto del país. En segundo lugar está toda la zona norte de la Argentina, las provincias más pobres, donde muchos chicos concentran todavía la práctica de ese juego.


—¿El producto es sólo para chicos?


—Nosotros hacemos bolitas de juego e industriales. Para las de juego, la temporada alta es desde inicio a fin de clases; la industrial, que es la que se coloca en los envases de aerosoles como agente removedor, tiene como temporada alta el verano; pintura, espuma de carnaval, y todo tipo de aerosoles.

Sin competencia
“La nuestra es la única fábrica de bolitas en todo el país. En San Jorge hubo tres; pero ésta fue la primera, fundada en 1953. Llegó a haber tres, pero las otras cerraron”, explica Adrián.


Al mismo tiempo, señala que Tinka es una sociedad de hecho, una empresa familiar integrada por 12 o 13 personas; pero que hacen el mayor esfuerzo posible por crecer aún más.


En cuanto a los vaivenes económicos de las últimas décadas, hizo su propia comparación: “La verdad es que a nosotros nos beneficiaron las restricciones a las importaciones. Nos era imposible competir con los importadores en algunos lugares. En los 90, estábamos casi fundidos, no teníamos manera de competir con los precios. Este producto ingresaba a mansalva, en cambio hoy sigue entrando pero en menor medida”.


De todas maneras, aclaró que las restricciones establecidas para los importadores también los afectan en un aspecto negativo, más allá de que no les produzca pérdidas: “Nosotros usamos para colorear las bolitas unas drogas importadas, que no se proveen en el país. Me venden menos cantidad ahora. Son productos químicos que aún no se fabrican en el país. El vidrio sí se produce. Nosotros hace 30 años tenemos el mismo proveedor y sabemos que se le hace difícil hoy ingresar el producto y mantener a su clientela”.


En el funcionamiento diario de la fábrica, son los mismos integrantes de la firma quienes se hacen cargo de las reparaciones eléctricas y mecánicas. “El asesoramiento técnico en manejo del vidrio lo hace el ingeniero Ovidio Villarreal, un profesor de la UTN en Rosario, que es una de las personas que más saben en el país en ese rubro”, indicó Ñañez.

La mirada a futuro
“Hoy nosotros producimos entre ocho y diez millones de bolitas por mes aproximadamente y desde hace un año y medio que no paramos”, cuenta a Diario UNO y agrega: “Si tuviésemos dos máquinas más podríamos producir en mayor cantidad y menos tiempo. Tenemos vendida toda la producción de los próximos dos o tres meses”.


—¿Analizan ya la compra de nuevas máquinas o incorporación de personal?


—Sí, estamos en la búsqueda de maquinarias, pero no es fácil. Son máquinas taiwanesas las nuestras, que en su momento las trajimos de Buenos Aires, pero estamos analizando cómo conseguirla ahora.

Además, aun teniendo nuevas máquinas, nosotros tenemos una demanda de gas muy importante y necesitaríamos ampliar los permisos para poder utilizar más gas para horno. También, vamos a incorporar más personal el mes que viene y estamos trabajando a full.

La historia
Víctor Hugo Tito Chiarlo es el fundador de Tinka. Llegó a San Jorge a los 15 años, luego de la muerte de su padre. Corrían los primeros meses de 1953 cuando dos empleados de la famosa cristalería Saica, instalada en esa localidad, solicitan un permiso gremial de un mes con la idea de comenzar con la instalación de una fábrica de bolitas de vidrio, contando con la experiencia obtenida dentro de la cristalería, donde fabricaban una pequeña cantidad.


Luego de algunas décadas de trabajo, compran al señor Cheen Fu Cheen (de origen taiwanés) una máquina procedente de aquel país oriental que eleva la producción a 8.500 por hora, algunos años después se compra una máquina del mismo origen para la fabricación de bolones en una cantidad aproximada de 3.800 por hora. Hoy con dichas máquinas y el ingenio argentino se fabrican las 400 mil bolitas diarias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario