La conclusión a la que ha llegado es que la mente masculina está
diseñada para “apagarse” inmediatamente después de tener un orgasmo. El
estudio, publicado en la revista científica Neuroscience and
Biobehavioral Reviews y dirigido por el doctor Serge Stolerú, sostiene
que la eyaculación está asociada a un descenso de la activación a través
de la corteza prefontral.
De acuerdo con el responsable de esta investigación, tras tener un
orgasmo los hombres pasan inevitablemente por un período en el que no se
pueden excitar, lo que les lleva a que, durante unos instantes, lo
único que les pide su cuerpo es descansar.
El deseo sexual en las mujeres
Esto, unido a que su cerebro envía una sustancia que suprime
momentáneamente el deseo sexual y promueve el sueño, hace el resto y
genera esa protesta tan habitual entre las mujeres: ¿Por qué se quedará
dormido justo ahora?
En las mujeres, según el estudio, el proceso es justo el contrario.
Después de tener el orgasmo, su cuerpo es capaz de estar activado y
demandar más actividad sexual. Es ahí donde se puede producir un
conflicto de intereses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario