jueves, 26 de julio de 2012

Después de la masacre, Obama quiere limitar la venta de armas


De esta manera, se diferencia una vez más de su rival, Mitt Romney, quien se pronunció en contra de un cambio en la ley.
Obama se refirió al controvertido tema en un acto realizado anoche (madrugada argentina) en Lousiana, Nueva Orleans, con el que concluyó una gira que comenzó el domingo cuando acudió a Aurora, cerca de Denver, Colorado, para reunirse con las víctimas del ataque del cine.
Al incursionar en la temática, el mandatario señaló que está trabajando con miembros de los dos principales partidos del país, así como con grupos religiosos y organizaciones de la sociedad civil, para alcanzar un consenso para reducir la violencia.
Obama destacó su apoyo al derecho de llevar armas, pero dijo que muchos, incluidos muchos dueños de armas, apoyan también limitaciones a modelos como rifles automáticos AK-47.
"Creo que muchos tenedores de armas estarán de acuerdo en que un rifle de asalto debe estar en manos de soldados y no de criminales, que pertenece al campo de batalla de la guerra y no a las calles de nuestras ciudades", dijo en lo que fueron sus primeras declaraciones sobre el control de armas desde el ataque.
"La mayoría de poseedores de armas estarán de acuerdo en que hay que hacer todo lo posible para evitar que los criminales puedan comprar armas", agregó y precisó que "tampoco deben tener tan fácil acceso quienes sufran problemas psicológicos.
"Esos pasos no deberían ser controvertidos, sino de sentido común", enfatizó.
Esta primera referencia hacia un cierto control de armas en plena campaña electoral contrastó visiblemente con la expresada por Romney, quien ayer consideró que una nueva ley "no hubiese evitado" la masacre de Colorado.
"A veces podemos tener la esperanza de que simplemente cambiando la ley daremos marcha atrás", dijo en una entrevista con la televisión NBC. "No ocurrirá (...) No creo que Estados Unidos necesite una nueva ley de armas", señaló el candidato republicano.
La respuesta de Obama fue contundente: "La violencia afecta a las mayores ciudades y a los lugares más pequeños, mata a estadounidenses de todas las edades y orígenes", según informa la agencia de noticias DPA.
Sin embargo, Obama rehusó realizar una propuesta concreta que pudiera irritar a los poseedores de armas, sobre todo a la poderosa Asociación Nacional del Rifle, uno de los grupos de presión más importantes del país, ya que podría minar su camino hacia la reelección en las elecciones del próximo 6 de noviembre.
Por el contrario, expresó su respeto a la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, que ampara la posesión de armas de fuego. "Nosotros reconocemos las tradiciones que pasan de generación en generación y la caza y el tiro forman parte de una preciada tradición nacional", sostuvo, según informa Europa Press.
La controversia se metió en la campaña electoral tras la masacre perpetrada por James Holmes, de 24 años, quien mató a 12 personas con un rifle de asalto, una escopeta y dos pistolas Glock. Según las autoridades, las compró legalmente.

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