lunes, 20 de agosto de 2012

La huelga fue en reclamo de la restitución de un 8% del valor de tapa para los vendedores. El pedido lleva más de una década - El boicot ilegal de Magnetto no evitó el paro total de canillitas y distribuidores


Clarín, La Nación y Perfil desconocieron un Decreto Nacional, que impide la distribución directa de ejemplares  por parte de las editoriales, y repartieron los diarios durante las 48 horas que duró la medida de fuerza. 

 La prensa dominante, una vez más, burló la ley en beneficio de sus propios intereses sectoriales. Si bien el paro de 48 horas que realizaron entre sábado y domingo el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas (SIVENDIA) y la Sociedad de Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines (SDDRA) fue exitoso –un dato que se confirmaba ayer con una simple recorrida matinal por la Ciudad de Buenos Aires, lo que permitía comprobar que todos los puestos al sur y al norte de la Avenida Rivadavia permanecían cerrados–, los diarios Clarín, La Nación y su primo menor, el semanario Perfil, intentaron nuevamente desplazar el foco del genuino reclamo de los canillitas para revictimizarse alegando un supuesto ataque a la libertad de expresión. Falso. El dispositivo comunicacional de los medios dominantes permaneció tan intacto estos últimos dos días como el resto del año; lo que sí se vio afectado fue el respeto a lo que indica la norma. En noviembre de 2009, Cristina Fernández de Kirchner modificó el Decreto 1025 del efímero ex mandatario Fernando de la Rúa. En ese acto, la presidenta restituyó a los canillitas sus "derechos laborales", además de consagrarles la exclusividad de ser los encargados de vender diarios y revistas. Un reconocimiento que les había otorgado Juan Domingo Perón durante su primer mandato y que el gobierno de la Alianza borró por decreto en 2000 ante el fuerte lobby de las editoriales que impusieron la desregulación. Fue en ese contexto que De la Rúa bajó de 40 a 32 el porcentaje del valor de tapa destinado a los canillitas por la venta de cada ejemplar. Este es, sin dudas, el punto central del reclamo de SIVENDIA que ya lleva más de una década y que en las últimas 48 horas se hizo sentir con la paralización del sector. 
El sindicato que lidera el diputado nacional por el Frente para la Victoria y dirigente de la CGT moyanista, Omar Plaini, denunció que la medida de fuerza fue la única respuesta posible ante la negativa de "esos grupos más acostumbrados a imponer" que a dialogar. Destacó así que "hay diarios que nos restituyeron ese porcentaje que reclamamos, como Tiempo Argentino, Crónica, BAE, Miradas al Sur y Buenos Aires Herald”. Tiempo Argentino reconoce el 40% del valor de tapa para los canillitas desde el primer día que salió a calle: el 16 de mayo de 2010.
Parece que para los grupos concentrados, la norma debe ser ignorada si de ponerle límites a la corporación mediática se trata (para ejemplo está la Ley de Medios de la democracia). Clarín, La Nación y Perfil desconocieron el decreto de 2009. Por caso, el matutino de Magnetto, en la edición del viernes 17, usó su página 14 para alertar a los lectores sobre los puntos de distribución de sus diarios en Capital Federal, Gran Buenos Aires, supermercados y shopping, sin obviar, claro, los countries. Además, montó su propia distribución por fuera de lo que establece la ley. El gremio denunció que, mientras estaban realizando el paro, se encontraron "otra vez con la provocación del Grupo Clarín, conjuntamente con La Nación y Perfil, que violentaron el decreto promulgado por la presidenta y salieron a regalar diarios con mano de obra esclava."
El próximo viernes, SIVENDIA realizará una asamblea para "tomar decisiones". Define Plaini: "Una posibilidad es la continuación con nuevas medidas de fuerza, si desde hoy hasta el viernes no encontramos respuesta de las patronales que provocaron a los trabajadores en lugar de solucionar. Ese hecho además da cuenta de que no tienen problemas económicos sino interés en provocar: nos confiscaron el 20% hace diez años y es un problema de posición dominante y prepotencia de Clarín, que previo al paro nos envió intimidaciones con escribanos, para que nos apliquemos al Código Penal, y avisándonos de sanciones que nos cabrían por impedir la circulación."
El éxito de la medida se expresó en el propio comunicado de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) que, si bien hizo un llamado a apostar "al diálogo y a la búsqueda consensuada de mejores caminos" para defender al periodismo, debió reconocer que sus diarios no llegaron a ser distribuidos. La protesta en la puerta de la planta impresora demoró la salida de ejemplares, algo que Clarín había previsto ya que imprimió mayor cantidad de lo habitual en sus talleres de la provincia de Santa Fe. En tanto, para el sindicato de canillitas "el acatamiento fue del 100% en Capital y Gran Buenos Aires. Un éxito extraordinario, construido en la calle con la militancia de los compañeros. Además hubo un altísimo acatamiento nacional, en ciudades como Rosario, La Plata, Santa Fe, Pergamino, San Nicolás, Tandil, Junín, Mar del Plata, Zárate, Campana y Mendoza, que son sólo algunos de los lugares en el país que acompañaron nuestro paro."
La protesta del sector incluye también la denuncia que fue presentada en el Ministerio de Trabajo sobre las sospechas de otro avance del grupo que comanda Magnetto. "Clarín estaría manejando parte de la distribución, que habría endeudado a varias distribuidoras. Hoy se está apropiando de ellas y empieza a manejar la distribución. Es una práctica ilegal, porque la ley es clara cuando dice que quien edita no puede vender, no puede distribuir. Ya hay denuncias presentadas y sabemos por los propios distribuidores que tienen sospechas muy grandes", señala Plaini.
Desde el sindicato resaltaron: "La mesa de diálogo está abierta de parte nuestra, nunca la cerramos. Ellos en cambio subieron el precio del diario y no nos dieron lo que nos sacaron. Hoy hay miles de compañeros precarizados fruto de esa acción. En el caso de llegar a una negociación, queremos que devuelvan lo que nos despojaron. Ya veníamos hablando con los diarios pero siempre aparece Clarín y se cambia el rumbo. Conversamos tres meses con los propietarios, sobre el intento por restituir el porcentaje confiscado. Muchas editoriales quieren llegar a un acuerdo pero no sé por qué cuando interviene Clarín se termina frustrando."
En la Capital Federal funcionan unos 5500 puestos de diarios, con un ingreso promedio en torno a los $ 8000, y que ronda los $ 4000 en los sectores de más bajos ingresos. Desde 2001 en la Ciudad de Buenos Aires cayó un 45% la venta de diarios. A lo que se suma el recorte del 20% que sufrieron los canillitas en sus ingresos cuando la cifra pasó del 40 al 32 por ciento.
"Los vendedores de diarios estamos atados al precio de tapa pero hoy el 70% de los ingresos de las publicaciones dependen de la pauta publicitaria –que es varias veces millonaria y de la cual no participamos– y sólo el 30% del precio de tapa", definen en SIVENDIA. Por ahí pasa el reclamo de los canillitas. Y por lo visto, para nada está en juego la libertad de prensa. La discusión es otra.  «
 
Informe: Martín Ferreyra
 
Adepa
Reconocimiento
En un comunicado, la Asociación de Entidades Periodistas Argentinas, cuestionó el paro realizado por SIVENDIA y SDDRA pero debió admitir el éxito 
de la medida de fuerza.

 

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