miércoles, 12 de septiembre de 2012

La historia del ovejero cordobés “Capitán” que todos los días visita la tumba de su viejo amo en el cementerio de Villa Carlos Paz, conmocionó a todos y volvió a poner en evidencia la fidelidad del animal. Carlos Paz: El perro que visita la tumba de su difunto dueño




Carlos Paz. La historia del ovejero cordobés "Capitán", el perro que todos los días visita la tumba de su amo en el cementerio de Villa Carlos Paz, conmocionó a todos y volvió a poner en evidencia la fidelidad de estos animales con sus dueños. Héctor Basegas, coordinador del cementerio, señaló a El Diario: "El nombre de este perro es Capitán, pero para nosotros la gente del cementerio, es Rengo porque el llego acá hace seis años cuando era cachorro y llegó con una pata quebrada que originó el apodo. Es un mestizo que nos enseñó la fidelidad de los canes con los seres humanos".
Capitán es el perro que vive desde el año 2007 en el cementerio, junto a la sepultura de su dueño Miguel, quien lo había llevado a su casa dos años atrás. El canino había desaparecido de su casa tras la muerte de su amo el 24 de marzo de 2006. La sorpresa de Damián y Verónica se apoderó de ellos cuando un día, cuando fueron al cementerio a visitar a Miguel, se encontraron con Capitán acostado al lado de la sepultura. "El domingo siguiente volvimos a visitar la tumba de Miguel y el perro estaba ahí. Esa vez nos siguió en el regreso, porque habíamos ido caminando. Se quedó un rato con nosotros en casa pero después volvió al cementerio", cuenta Verónica ante la prensa.
El dueño de Capitán murió en el Hospital Misericordia de Córdoba y fue traído al cementerio luego de pasar por la funeraria, en las horas en que el perro desapareció de su casa y se trasladó hasta la necrópolis de Villa Carlos Paz. "La pregunta es cómo hizo el perro para saber que su amo estaba sepultado acá en el cementerio, saber que acá estaba el cementerio y encontrar la tumba en un ala en donde hay casi cuatro mil nichos. Eso nos demuestra la fidelidad y el amor que tiene"; dijo el encargado del predio, quien agregó: "Todos los días a las 18,30 hs. se acuesta frente a la tumba en donde está descansando su dueño. El amo falleció hace seis años y el repite el ritual todos los días. Duerme ahí cuando el sol baja y si el portón está cerrado, se acuesta al lado del portón toda la noche y entra a visitar a su amo al día siguiente. Esta es una historia terriblemente conmocionante y todo un ejemplo de amor".

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