miércoles, 5 de septiembre de 2012

SANTA FE El 53 por ciento de los mayores lee, al menos, 15 minutos por día

Los datos son de la Encuesta Nacional de Hábitos de Lectura. Los argentinos buscan recrearse e informarse. Creció significativamente el uso de pantallas.


La lectura es una instancia esencial en el desarrollo de las personas en todas sus edades. Su valor no está sólo en lo pedagógico sino también en la posibilidad de acceder a herramientas que permiten conocer el mundo y las realidades. Según la Encuesta Nacional de Hábitos de Lectura, el 90 por ciento de los argentinos mayores de 18 años lee por lo menos 15 minutos de forma habitual y el 53 por ciento lo hace todos los días o casi todos los días.

En varias oportunidades se ha abordado la importancia de fomentar la lectura, sobre todo, en niñas, niños y adolescentes. Los especialistas consultados siempre han remarcado lo enriquecedor que resulta el vínculo con la letra escrita y cómo es necesario que la vinculación entre las nuevas generaciones y el papel se dé en un ambiente placentero y sin otro fin que la lectura por sí misma.

De manera paralela, en las escuelas, los docentes que han dialogado con el matutino destacan que los adolescentes, en particular, presentan muchos problemas de comprensión lectora y eso repercute en el aprendizaje y la resolución de consignas –en la gran mayoría de las asignaturas y no sólo en Lengua–. Por lo tanto es central el compromiso de todos los sectores en la búsqueda de alternativas que promuevan ese hábito.

La encuesta fue realizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero a mayores de 12 años, en localidades de más de 30.000 habitantes de todo el país. Según los resultados difundidos por el Ministerio de Educación de la Nación, hay un aumento de seis puntos respecto a diez años atrás, cuando los que tenían un ritmo habitual de lectura eran el 47 por ciento. Y se observa que también creció en 12 puntos el porcentaje de los que leen algunos días por semana, que en una década pasó de un 20 a un 32 por ciento. El incremento en este período ha sido significativo entre los lectores habituales.

En el 2011 se leía más que hace diez años: apenas el cinco por ciento de los lectores dice que en la actualidad lee sólo un día a la semana, mientras que en el 2001 ese grupo llegaba al 19 por ciento.

El estudio muestra además que la franja de edad más lectora –entre quienes admiten leer de cinco a siete días por semana– es la que comprende a los adultos de 26 a 40 años. En tanto, en relación con el principal motivo para leer, un 49 por ciento de los encuestados, asegura que lo hace “para estar más informado”. Ese dato se corresponde con que el diario resulta el principal formato de lectura (lo lee el 89 por ciento de los lectores en papel y/o pantalla). Sin embargo, no menos importante es destacar que el 70 por ciento de los encuestados lee libros.

Qué se busca en los textos
Entre los lectores actuales de libros, el 88 por ciento dijo haber leído al menos un libro al año y el 71 por ciento leyó al menos dos libros en el mismo período. Entre dichos lectores, el 79 por ciento (casi ocho de cada 10) de los consultados, respondió que lee por placer; seguido de un 69 por ciento que dijo leer para ampliar su conocimiento y aprender cosas nuevas.

De manera comparativa, y también para tener referencias, vale precisar que en 2001 el 41 por ciento de los encuestados respondía que leía entre uno y cuatro libros por año. En 2011, esa cifra aumentó a 58 de cada 100 personas consultadas. El número de los que leen entre cinco y 10 libros por año también creció: en 2001 lo hacía el 14 por ciento de la población de 18 y más, mientras que hoy el 23 por ciento de los lectores de libros se ubican en esa franja.

Un nuevo espacio
Una conclusión muy importante de esta encuesta es que la lectura digital amplía la cantidad de lectores. Los soportes, papel y pantalla, lejos de competir, se complementan. Según los números registrados, se puede afirmar que una vez traspasado el “umbral de la lectura”, se tiende a leer en cualquiera de sus formatos.

La investigación indica también que la lectura en pantalla ya es un hábito de los más jóvenes. El 73 por ciento de los argentinos entre 18 y 25 años lee habitualmente de ese modo, seguido por un 62 por ciento de los adultos de entre 26 y 40 años.

En rangos generales, también se puede hablar de un crecimiento exponencial de los lectores digitales: en efecto, la población que lee por más de diez minutos de la pantalla de la PC se duplicó entre el 2001 y el 2011, pasando de un 21 a un 42 por ciento.

Por otra parte, existe una diferencia notable cuando se compara cómo era el acceso a los libros en 2001 y cómo es diez años después. Mientras que en 2001, sólo el 48 por ciento podía comprarlos; en 2011, el 69 por ciento –casi siete de cada 10 personas – accede a la compra.

Por último, es interesante destacar las conclusiones de la encuesta vinculadas con la presencia de las bibliotecas. El 72 por ciento de los encuestados dijo conocer su existencia. Asimismo, es sustantivo el dato acerca de que los fondos con los que cuentan las bibliotecas escolares se han conformado principalmente con la provisión realizada por los organismos educativos. El Ministerio de Educación de la Nación es la fuente principal de obtención de materiales, aportando en el 62,7 por ciento de los casos. Los ministerios de Educación provinciales, lo hacen en menor medida (35,7 por ciento).

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