Con la continuidad de Pozo, Bastía, Urribarri, Moreno y Alcoba, más los del club, se mantiene la base de la temporada pasada. Y el dinero, que escasea en todas partes, va sólo para reforzar los puestos de ataque. Ah... Y con una planilla que se achicó.
- Foto:Luis Cetraro
Enrique Cruz (h)
Hay muy pocos clubes en la Argentina que pueden hacer gala de tener una economía absolutamente saneada. Colón integró durante mucho tiempo ese minúsculo grupo. Hoy es uno de los 29, dentro de los 61 equipos de las primeras tres categorías (Primera, B Nacional y Argentino A), que se encuentra inhibido y con la consecuente “imposibilidad” de incorporar o transferir jugadores. Esto no quiere decir que la situación se pueda arreglar, algo que se considera muy factible teniendo en cuenta que el club pagó hace pocos días la totalidad de los sueldos de mayo y anuncia para fines de este mes el pago del sueldo de junio según lo que es costumbre en la institución. El sobresalto para el club han sido los “derechos de trayectoria”, anteriormente conocidos como primas, que Colón, a diferencia de muchos clubes, paga mensualmente y no en dos cuotas a mediados y fin de temporada. Y la falta de un flujo de dinero que el club tenía dentro de las previsiones por el atraso en el envío de fondos desde la AFA, hizo que aparecieran algunos problemas que se tratan de solucionar.
River, Independiente, San Lorenzo y Racing están inhibidos en total por cerca de 90 millones de pesos. A ellos se suman otros cinco equipos de Primera: Tigre, Colón, Newell’s, San Martín de San Juan y Estudiantes.
El problema más complicado lo tiene Independiente, que entre Agremiados, entidades bancarias y particulares, tiene inhibiciones que llegan a los 57 millones de pesos, o sea 10 “palos verdes-blue” prácticamente (o 12,5 millones del oficial si lo prefiere). Sin embargo, Independiente ya tiene a Víctor Zapata, Paulo Rosales, Mancuello y Cáceres, quiere a Morel Rodríguez y tiene en la mira a Torassa, pero también apuntaron a Maggiolo, Obolo y Cauteruccio, que son jugadores cotizados por su pasado reciente. La pregunta es: ¿cómo hace Independiente para adquirir jugadores con semejante deuda y con el riesgo de no poder contar con estos jugadores?
Pero volviendo a Colón, está claro cuál ha sido la política de la institución:
* 1) Reducir la planilla de sueldos aprovechando el alejamiento de varios jugadores con ingresos altos que había en el plantel. Es cierto que los motivos son distintos y que es incomparable lo que ocurrió con Fuertes (ídolo absoluto, jugador extremadamente útil y necesario para el equipo), que dejó el fútbol, a lo acontecido con Tomás Costa, que era uno de los sueldos más importantes y se fue a la Católica como consecuencia de la ausencia de buenos rendimientos en Colón. Pero ya sin Fuertes, Garcé, Costa, Chevantón y Leandro González, más la adecuación a los tiempos de crisis a nivel general que se viven en la renovación de los contratos de Alcoba, Moreno y Fabianesi, Urribarri, Pozo y Bastía, Colón ha bajado la plantilla y la planilla. El número de profesionales no llegará a 30 con total seguridad.
* 2) Esto permitió mejorar algunos ingresos de chicos del club, otra política que parece seguir la dirigencia en su afán de potenciar el trabajo de inferiores. Uno mira hoy la lista de los jugadores que están concentrados y observa una buena cantidad de productos surgidos de abajo. A saber: Mehring, Marcos Díaz, Bailo, Castillo, Alario, Callejo, Comachi, Mugni, Graciani, Jourdan, Marcos Fernández, Luque y Curuchet. Así como Mugni es titular indiscutido, mientras que Graciani y Luque ocuparon también ese rol en algún momento y tienen sobradas condiciones para pelear un puesto, los otros vienen empujando de abajo y tendrán sus chances en este campeonato.
* 3) Hay una política muy clara también a la hora de buscar los refuerzos. Batistuta le explicó a Lerche la necesidad de hacer el esfuerzo económico en los delanteros. Así lo entienden con Sensini y así se hará. El primero que llegó es Emmanuel Gigliotti, un jugador con un promedio de gol interesante en sus tiempos en All Boys y una edad también relevante (25 años recién cumplidos) para saber aprovechar. Pero Gigliotti no será el único, pues se sigue buscando otro delantero con eficacia goleadora. Algo que se asemeje bastante a Tito Ramírez —si no es él—, que ayude a reemplazar esos goles que se fueron con Fuertes y Chevantón. Después podrá venir un volante por izquierda y algún otro jugador cuyas apetencias económicas estén en orden a lo que puede pagar Colón y que resulte útil para el equipo. Pero está muy claro que en una economía deprimida y con presupuestos que deben ajustarse a esa realidad económica general, los jugadores tienen que adaptarse y los clubes también. Colón salió a buscar lo que más cuesta (goles). Hecho suficiente para no cometer locuras en el armado de un plantel que mantiene una base muy importante del torneo anterior.
En el Olé de hoy, Diego Latorre deja un concepto en su columna que se me ocurre interesante para el caso de Colón. “El diseño de un plantel debe tener estricta relación con la clase de DT que se contrate”, dice el ex jugador, ahora comentarista. Sensini es un técnico que transmite serenidad, seriedad y ha sabido demostrar su capacidad para acomodar el equipo en tiempos de mini-crisis futbolera. Sabe que tiene la obligación de ser protagonista, pero también entiende que ya los nombres no implican nada en el fútbol argentino y que los ejemplos sobre formaciones exitosas donde lo colectivo prevalece sobre lo individual (caso Arsenal por ejemplo), son también sinónimo de éxito. Sin embargo, Colón jamás ha dejado de entender que hay que mantener la base de los 60 puntos y apostar todo a reforzar el ataque. Y en eso está.
Primeros amistosos
El plantel sabalero se enfrentará a Newell’s Old Boys de Rosario, el miércoles a partir de las 15.30, en un partido amistoso que tendrá lugar en Rosario y será el primero de los que armará Sensini en la búsqueda de la puesta a punto. Por otro lado, el segundo partido amistoso será el sábado por la mañana frente a Atlético de Rafaela, en nuestra capital. Después, está pautada la revancha con Atlético, en Rafaela, y la idea es jugar un partido más aunque no sería frente a Belgrano de Córdoba como se había programado en un principio.
Hay muy pocos clubes en la Argentina que pueden hacer gala de tener una economía absolutamente saneada. Colón integró durante mucho tiempo ese minúsculo grupo. Hoy es uno de los 29, dentro de los 61 equipos de las primeras tres categorías (Primera, B Nacional y Argentino A), que se encuentra inhibido y con la consecuente “imposibilidad” de incorporar o transferir jugadores. Esto no quiere decir que la situación se pueda arreglar, algo que se considera muy factible teniendo en cuenta que el club pagó hace pocos días la totalidad de los sueldos de mayo y anuncia para fines de este mes el pago del sueldo de junio según lo que es costumbre en la institución. El sobresalto para el club han sido los “derechos de trayectoria”, anteriormente conocidos como primas, que Colón, a diferencia de muchos clubes, paga mensualmente y no en dos cuotas a mediados y fin de temporada. Y la falta de un flujo de dinero que el club tenía dentro de las previsiones por el atraso en el envío de fondos desde la AFA, hizo que aparecieran algunos problemas que se tratan de solucionar.
River, Independiente, San Lorenzo y Racing están inhibidos en total por cerca de 90 millones de pesos. A ellos se suman otros cinco equipos de Primera: Tigre, Colón, Newell’s, San Martín de San Juan y Estudiantes.
El problema más complicado lo tiene Independiente, que entre Agremiados, entidades bancarias y particulares, tiene inhibiciones que llegan a los 57 millones de pesos, o sea 10 “palos verdes-blue” prácticamente (o 12,5 millones del oficial si lo prefiere). Sin embargo, Independiente ya tiene a Víctor Zapata, Paulo Rosales, Mancuello y Cáceres, quiere a Morel Rodríguez y tiene en la mira a Torassa, pero también apuntaron a Maggiolo, Obolo y Cauteruccio, que son jugadores cotizados por su pasado reciente. La pregunta es: ¿cómo hace Independiente para adquirir jugadores con semejante deuda y con el riesgo de no poder contar con estos jugadores?
Pero volviendo a Colón, está claro cuál ha sido la política de la institución:
* 1) Reducir la planilla de sueldos aprovechando el alejamiento de varios jugadores con ingresos altos que había en el plantel. Es cierto que los motivos son distintos y que es incomparable lo que ocurrió con Fuertes (ídolo absoluto, jugador extremadamente útil y necesario para el equipo), que dejó el fútbol, a lo acontecido con Tomás Costa, que era uno de los sueldos más importantes y se fue a la Católica como consecuencia de la ausencia de buenos rendimientos en Colón. Pero ya sin Fuertes, Garcé, Costa, Chevantón y Leandro González, más la adecuación a los tiempos de crisis a nivel general que se viven en la renovación de los contratos de Alcoba, Moreno y Fabianesi, Urribarri, Pozo y Bastía, Colón ha bajado la plantilla y la planilla. El número de profesionales no llegará a 30 con total seguridad.
* 2) Esto permitió mejorar algunos ingresos de chicos del club, otra política que parece seguir la dirigencia en su afán de potenciar el trabajo de inferiores. Uno mira hoy la lista de los jugadores que están concentrados y observa una buena cantidad de productos surgidos de abajo. A saber: Mehring, Marcos Díaz, Bailo, Castillo, Alario, Callejo, Comachi, Mugni, Graciani, Jourdan, Marcos Fernández, Luque y Curuchet. Así como Mugni es titular indiscutido, mientras que Graciani y Luque ocuparon también ese rol en algún momento y tienen sobradas condiciones para pelear un puesto, los otros vienen empujando de abajo y tendrán sus chances en este campeonato.
* 3) Hay una política muy clara también a la hora de buscar los refuerzos. Batistuta le explicó a Lerche la necesidad de hacer el esfuerzo económico en los delanteros. Así lo entienden con Sensini y así se hará. El primero que llegó es Emmanuel Gigliotti, un jugador con un promedio de gol interesante en sus tiempos en All Boys y una edad también relevante (25 años recién cumplidos) para saber aprovechar. Pero Gigliotti no será el único, pues se sigue buscando otro delantero con eficacia goleadora. Algo que se asemeje bastante a Tito Ramírez —si no es él—, que ayude a reemplazar esos goles que se fueron con Fuertes y Chevantón. Después podrá venir un volante por izquierda y algún otro jugador cuyas apetencias económicas estén en orden a lo que puede pagar Colón y que resulte útil para el equipo. Pero está muy claro que en una economía deprimida y con presupuestos que deben ajustarse a esa realidad económica general, los jugadores tienen que adaptarse y los clubes también. Colón salió a buscar lo que más cuesta (goles). Hecho suficiente para no cometer locuras en el armado de un plantel que mantiene una base muy importante del torneo anterior.
En el Olé de hoy, Diego Latorre deja un concepto en su columna que se me ocurre interesante para el caso de Colón. “El diseño de un plantel debe tener estricta relación con la clase de DT que se contrate”, dice el ex jugador, ahora comentarista. Sensini es un técnico que transmite serenidad, seriedad y ha sabido demostrar su capacidad para acomodar el equipo en tiempos de mini-crisis futbolera. Sabe que tiene la obligación de ser protagonista, pero también entiende que ya los nombres no implican nada en el fútbol argentino y que los ejemplos sobre formaciones exitosas donde lo colectivo prevalece sobre lo individual (caso Arsenal por ejemplo), son también sinónimo de éxito. Sin embargo, Colón jamás ha dejado de entender que hay que mantener la base de los 60 puntos y apostar todo a reforzar el ataque. Y en eso está.
Primeros amistosos
El plantel sabalero se enfrentará a Newell’s Old Boys de Rosario, el miércoles a partir de las 15.30, en un partido amistoso que tendrá lugar en Rosario y será el primero de los que armará Sensini en la búsqueda de la puesta a punto. Por otro lado, el segundo partido amistoso será el sábado por la mañana frente a Atlético de Rafaela, en nuestra capital. Después, está pautada la revancha con Atlético, en Rafaela, y la idea es jugar un partido más aunque no sería frente a Belgrano de Córdoba como se había programado en un principio.
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