La
iglesia emitió un comunicado en el que asegura que Justo José Ilarraz fue
apartado del ejercicio del sacerdocio “hasta que la Santa Sede resuelva su
situación”. Lo acusan de haber violado a 50 chicos en ocho años.
El
Arzobispado de Paraná, que preside monseñor Juan Alberto Puiggari, difundió
este jueves por la tarde un comunicado en el que califica de “faltas
gravísimas” los casos de pedofilia por los que está acusado el sacerdote Justo
José Ilarraz, quien se desempeñaba en el Seminario de la capital entrerriana.
El texto dice que el religioso fue apartado del ejercicio del sacerdocio “hasta
que la Santa Sede resuelva su situación”.
Las denuncias contra Ilarraz se conocieron
este jueves por la publicación del quincenario Análisis, donde se asegura que
el Arzobispado de Paraná nunca denunció ante la Justicia el abuso cometido por
un cura del Seminario Menor, y que por lo menos 50 chicos de entre 12 y 14
años, quienes recién empezaban su carrera religiosa, fueron violados entre 1984
y 1992 por el entonces prefecto Ilarraz, oriundo de la capital entrerriana.
En 1993 se inició un Juicio Diocesano, donde
declararon numerosos jóvenes, que reconocieron las perversidades que les hacía
el sacerdote cuando eran niños, pero optaron por ocultarlo. La revista asegura
que en esto último tuvieron responsabilidades el entonces arzobispo Estanislao
Esteban Karlic, al igual que el actual, Juan Alberto Puíggari, quien fuera
prefecto del Seminario Mayor del establecimiento en esos años.
Como
castigo, el cura pedófilo fue enviado al Vaticano durante un año. En los
últimos tiempos, un grupo de curas, al igual que víctimas y exseminaristas
reclamaron la expulsión de la Iglesia de Ilarraz -quien cumple funciones en una
Parroquia de Monteros (Tucumán)- y la denuncia judicial, pero jamás hubo
respuestas.
La voz de la Iglesia
El
comunicado del Arzobispado asegura: “Las últimas noticias periodísticas
reavivan nuestra profunda vergüenza e inmenso dolor por faltas gravísimas
cometidas por uno de quienes deben servir a la vida moral del pueblo, con su
ejemplo y enseñanza. Esto nos interpela para que nuestro compromiso con la
Verdad y el Bien sea cada vez más autentico y eficaz”.
“La publicación en un semanario el día 13 del
corriente contiene, junto a afirmaciones ciertas, inexactitudes y falsedades”,
dice la comunicación. Y agrega: “Cuando por primera vez se conocieron los
hechos se realizaron todas las medidas tendientes al esclarecimiento de la
verdad, siempre preservando el derecho a la intimidad y el debido proceso, y
conforme a nuestro conocimiento sobre la legislación entonces vigente”.
“Asimismo y siguiendo las directivas emanadas
desde la Santa Sede, en especial de su santidad Benedicto XVI, se solicitó
desde hace tiempo el levantamiento de la prescripción a fin de la aplicación de
las sanciones correspondientes”, continúa.
“El sacerdote acusado actualmente y debido a
las gestiones realizadas por el Arzobispo de Paraná y por el Obispo de la
diócesis de Concepción de Tucumán, se encuentra apartado del ejercicio de su
ministerio hasta que la Santa Sede resuelva su situación”, asegura.
El comunicado finaliza diciendo: “La Iglesia,
que quiere siempre proceder según el evangelio y la justicia, pide al Señor
plena fidelidad a su voluntad”.
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