El miércoles a las 19.45, dos sujetos armados ingresaron a un telecentro ubicado sobre avenida Freyre casi esquina Suipacha, redujeron a la propietaria y a los clientes y se llevaron la recaudación del día. Sólo del cobro de impuestos, los delincuentes se hicieron con un botín de 6 mil pesos. Ayer a la madrugada, en tanto, desconocidos ingresaron a una quiniela de barrio Candioti Norte y sustrajeron el efectivo.
Tras el primer asalto, Jorgelina, la dueña del telecentro, decidió dejar de prestar este servicio. “Hace cuatro años que cobro impuestos y en la zona era el único local que lo hacía. Además hay cosas que el banco no cobra y nosotros sí. Venía mucha gente. Pero en este último tiempo hubo muchísimos asaltos a comercios y arrebatos en la vía pública. Por eso decidimos dejar de cobrar”, explicó.
Aclaró, en tanto, que el local permanecerá abierto. “No voy a cerrar el negocio porque es mi trabajo y lo que buscaban era la recaudación del Rapipago. No voy a negar que no me queda esa sensación de miedo y que me quedo mirando cada vez que frena una moto, pero hay que seguir trabajando, y seguir viviendo”.
Más de 6 mil pesos
—¿Cómo fue el asalto?
—El miércoles a las 19.45, entraron dos hombres al negocio, uno llevó a los clientes a la parte trasera y el otro se quedó adelante y me exigió la plata del Rapipago, me apuntaba y me decía que si no me iba a pegar un tiro. Me pidieron la llave de la caja fuerte pero no la tenía. Le di el celular y lo que tenía ahí, sólo del cobro de servicios se llevaron 6 mil pesos.
—¿Temés por tu vida a veces estando al frente del negocio?
—Y sí, porque si hubiese estado sola no sé qué hubiera pasado. Me podrían haber en cerrado con llave en el baño, y me podrían haber hecho algo como le pasó a la vendedora de la Peatonal San Martín.
—¿Cuántas veces te robaron?
—Desde que tengo abierto el negocio, hace 10 años, me robaron tres veces. Esta última fue la segunda vez que fue a punta de pistola. La otra vez fue con mucha más gente, con entre 20 y 30 personas acá adentro. Ahora fue con menos personas pero de la misma forma, entraron dos tipos con armas y me exigieron la plata.
—Las rejas ya no son suficientes...
—Tengo abierto el local hasta las 21 y las 20 ya atiendo detrás de la reja, pero no bastan, nos roban igual. Ya no son suficientes para poder estar seguros.
Tras la recaudación
El robo a la quiniela ubicada en la intersección de Luciano Molina y Alvear, en tanto, sucedió por la madrugada de ayer, sin clientes ni la persona que lo atiende.
La propietaria del local fue alertada del asalto en horas de la mañana, en su domicilio, por personal policial. Decidió no abrir el negocio y colocó un cartel en la puerta para avisar a los clientes.
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