domingo, 26 de agosto de 2012

Murió Neil Armstrong, el primer hombre que caminó en el suelo de la Luna

No pudo superar las complicaciones de una cirugía cardíaca. Siempre mantuvo un perfil muy bajo. Al alunizar dijo: "Es un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad".




El ex astronauta estadounidense Neil Armstrong, quien dio un salto gigante para la humanidad cuando se convirtió en el primer hombre en pisar la Luna, falleció a los 82 años, dijo su familia ayer.

La familia dijo en un comunicado publicado en internet que Armstrong murió tras complicaciones de cirugía de bypass en el corazón a la que fue sometido este mes dos días después de su cumpleaños el 5 de agosto.

Como comandante de la misión Apolo 11, Armstrong se convirtió en el primer humano en pisar la superficie de la Luna el 20 de julio de 1969.

Cuando caminaba sobre la Luna, Armstrong emitió su famosa frase: "Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad".

Esas palabras siguen siendo unas de las citas más conocidas en la lengua inglesa.

La caminata lunar de los astronautas del Apolo 11 dio a los estadounidenses un sentido de logro en la carrera espacial frente a su enemigo de la Guerra Fría en ese momento, la Unión Soviética, y en momentos en que Washington estaba librando una sangrienta guerra contra los comunistas en Vietnam.

Neil Alden Armstrong tenía 38 años cuando pisó la Luna y pese a cumplir un antiguo objetivo de la humanidad y alcanzar lo más alto en materia de realizaciones, no gozó de su logro. Incluso parecía frustrado por la fama que le trajo.

"Supongo que a todos nos gusta ser reconocidos no por una pieza de fuegos artificiales, sino por nuestro trabajo diario", comentó Armstrong en el programa "60 Minutos" de la cadena CBS en el 2005.

Una vez le preguntaron cómo se sentía saber que sus huellas probablemente permanecerían en la superficie de la Luna por miles de años. "Espero que alguien vaya allá arriba uno de estos días y las limpie", contestó. Y cuando le preguntaron qué pensaba de las versiones que dicen que la misión del Apolo 11 nunca logró llegar a la Luna, dijo: "Algún día una misión volverá a la Luna y hallará la cámara que dejé ahí".

La misión Apolo 11 fue el último vuelo espacial de Armstrong. Al año siguiente Armstrong obtuvo el puesto de vice administrador asociado para aeronáutica de la oficina de investigación y tecnología avanzada de la Nasa.

La vida de Armstrong después de la Nasa fue de muy bajo perfil. No tuvo un rol importante en las ceremonias conmemorativas del vigésimo quinto aniversario del alunizaje. "Es un recluso entre reclusos", dijo Dave Garrett, un ex portavoz de la agencia.

Armstrong abandonó la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio un año después de la misión Apolo 11 para desempeñarse como profesor de ingeniería de la Universidad de Cincinnati.

Tras su carrera aeronáutica, Armstrong fue contactado por grupos políticos, pero a diferencia de los ex astronautas John Glenn y Harrison Schmitt, que se convirtieron en senadores estadounidenses, él declinó todas las ofertas.

El ex astronauta residía en el área de Cincinnati con su esposa Carol.

El interés por su persona continuó desde el mítico paso a la actualidad. En mayo de 2005 Armstrong amenazó con demandar a su peluquero, quien, sin pedirle permiso, había vendido los cabellos del legendario astronauta por varios miles de dólares. El ex astronauta lo obligó a destinar la suma a un fin benéfico.

En noviembre de 2011 recibió junto a su colega de la Apolo 11 Buzz Aldrin la máxima distinción del Congreso estadounidense, la Medalla de Oro del Parlamento, en una ceremonia festiva en el Capitolio en Washington.

A pesar de que durante años Armstrong mantuvo un perfil bajo, se hizo escuchar cuando el presidente estadounidense Barack Obama anunció hace dos años la cancelación del nuevo plan lunar de la Nasa. Armstrong advirtió en una carta abierta acerca de una "caída de Estados Unidos a la segunda clase" de la navegación espacial.

Ayer, Obama, dijo que Armstrong "era uno de los grandes héroes estadounidenses, no sólo de su tiempo, sino de todos los tiempos. Cuando él y su compañero de misión despegaron a bordo del Apollo 11 en 1969 llevaron las aspiraciones de una nación entera".

El alunizaje
En una convención de la Asociación Australiana de Peritos Contablesrealizada en mayo de este año, Armstrong recordó con precisión el momento en que el módulo lunar Eagle realizó el alunizaje: "La computadora nos indicó un lugar para el aterrizaje, pero no era un buen lugar en absoluto, había un cráter enorme y piedras del tamaño de un auto. Tomé el control manual y lo volé como si fuera un helicóptero. Lo llevé a una zona más llana, sin tantas rocas, y pude bajar antes de que nos quedásemos sin combustible. Teníamos apenas 20 segundos para lograrlo".

A bordo de la nave espacial Apollo 11, Neil Armstrong y su compañero Buzz Aldrin caminaron sobre la Luna el 20 de julio de 1969, mientras el tercer miembro del equipo, Michael Collins, se quedó en la nave de comando que permanecía en órbita alrededor del satélite de la Tierra.

Armstrong tenía a dos hijos, un hijastro y una hijastra, diez nietos, a un hermano y a una hermana.

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