IMAGEN ILUSTRATIVA
Las consecuencias de la violencia de género siempre trascienden a la víctima directa y destruye el tejido familiar por completo. Y en medio de esa situación quedan los chicos, como los más desprotegidos. Ése es el fundamento de un proyecto de ley que elaboró la diputada provincial del Sí-Frente Progresista, Alicia Gutiérrez, para que el Estado provincial se haga cargo de darle contención a los hijos de las víctimas de hechos de violencia de género en la provincia de Santa Fe.
“No dejamos de ver las consecuencias que sufren los niños y niñas de estas mujeres asesinadas que, durante largo tiempo, han sido sometidas también a esta violencia”, comentó la legisladora y añadió: “Las víctimas quedan sin su madre, a quien su padre ha asesinado, a merced de que algún familiar pueda contenerlos y criarlos”.
En este sentido, Gutiérrez propuso que se les otorgue “una pensión mensual equivalente a la pensión mínima de la provincia de Santa Fe a los hijos menores de edad y también a los mayores que sean discapacitados, para que el impacto sobre estos niños sea menor o que por lo menos haya una contención”.
“Serían beneficiarios de la ley, durante los términos y en las condiciones establecidos en ella, los hijos de las personas fallecidas como consecuencia de un hecho de violencia de género”, detalló la diputada provincial. Y agregó: “Las víctimas tendrán que contar con dos años de residencia inmediata en el territorio provincial y que, a la fecha de su deceso, no se hallen involucradas en alguna de las situaciones de indignidad o desheredación”.
— ¿Cuáles serían los requisitos para solicitar la asistencia?
—El primer requisito para poder pedir el beneficio es demostrar que sobre la persona imputada como victimario, recayó un auto de procesamiento. Si uno ahonda en los fundamentos del proyecto, se nota que intenta ser una manera más de luchar contra las formas más extremas de violencia de género. El femicidio hoy ya está instalado a nivel social, sin embargo, al no ser un tipo penal específico no pude nombrarlo de esa manera en el proyecto. Sin embargo, es claro que estamos viendo una enorme desigualdad entre varones y mujeres. Y mientras no se produzcan los cambios culturales necesario y los varones ya no se sientan los dueños de los cuerpos de las mujeres, la desventaja va a seguir existiendo. Creo que se trata de un cambio cultural, que no se da de un día para el otro pero que finalmente son reconocidos.
—El primer requisito para poder pedir el beneficio es demostrar que sobre la persona imputada como victimario, recayó un auto de procesamiento. Si uno ahonda en los fundamentos del proyecto, se nota que intenta ser una manera más de luchar contra las formas más extremas de violencia de género. El femicidio hoy ya está instalado a nivel social, sin embargo, al no ser un tipo penal específico no pude nombrarlo de esa manera en el proyecto. Sin embargo, es claro que estamos viendo una enorme desigualdad entre varones y mujeres. Y mientras no se produzcan los cambios culturales necesario y los varones ya no se sientan los dueños de los cuerpos de las mujeres, la desventaja va a seguir existiendo. Creo que se trata de un cambio cultural, que no se da de un día para el otro pero que finalmente son reconocidos.
“No siempre cuando una víctima denuncia una situación de violencia la Justicia produce una exclusión del hogar contra el victimario, o lo hace pero no lo controla. Ésa es una situación que se repite en muchos casos. Si bien hoy los organismos del Estado tienen una mayor sensibilidad respecto del tema y se nota un mayor compromiso aún falta mucho por hacer, y sobre todo por parte de la Justicia que no siempre actúa rápidamente como las situaciones lo ameritan”, agregó Gutiérrez.
— ¿Por qué es tan complejo llevar un registro sobre los casos de violencia de género?
— Lo que sucede hoy es que hay muchos lugares donde se pueden recibir denuncias por violencia de género y cada uno de esos lugares está llevando un registro con criterios distintos. Habría que unificar los registros para que puedan arrojar un valor. Hoy no hay cifras confiables, pero no porque desconfiemos de quienes las recabaron sino porque ni Nación, ni Provincia, ni municipios, ni agencias del Estado toman los datos de la misma manera. Además, son delitos vinculados: un caso de trata puede derivar en un femicidio o un maltrato en una situación de trata.
— Lo que sucede hoy es que hay muchos lugares donde se pueden recibir denuncias por violencia de género y cada uno de esos lugares está llevando un registro con criterios distintos. Habría que unificar los registros para que puedan arrojar un valor. Hoy no hay cifras confiables, pero no porque desconfiemos de quienes las recabaron sino porque ni Nación, ni Provincia, ni municipios, ni agencias del Estado toman los datos de la misma manera. Además, son delitos vinculados: un caso de trata puede derivar en un femicidio o un maltrato en una situación de trata.
Homicidios vinculados
Lejos de las crónicas de la Legislatura, ayer se conoció la confesión de Juan Carlos Cardozo, el hombre de 24 años que estaba detenido por el triple crimen de Benavídez. Cardozo estaba detenido en la Comisaría 2ª de Tigre desde el lunes y esta mañana fue trasladado a Fiscalía de instrucción de Benavídez, donde fue indagado por el fiscal Jorge Fittipaldi durante más de dos horas.
Lejos de las crónicas de la Legislatura, ayer se conoció la confesión de Juan Carlos Cardozo, el hombre de 24 años que estaba detenido por el triple crimen de Benavídez. Cardozo estaba detenido en la Comisaría 2ª de Tigre desde el lunes y esta mañana fue trasladado a Fiscalía de instrucción de Benavídez, donde fue indagado por el fiscal Jorge Fittipaldi durante más de dos horas.
Allí reconoció haber asesinado a Nilda Ludovica Ham (76 años), María Florencia Martínez (15) y Marisol Martínez (6), la abuela, la hermana y la hija de Romina Martínez, su ex pareja, en la casa de la mayor de las víctimas, ubicada en Los Andes y Chilavert.
El asesino había sido detenido en Escobar luego de ser captado por las cámaras del municipio de Tigre cuando intentaba escapar. Fue encontrado por los efectivos con la ropa manchada de sangre. Su vestuario fue secuestrado para llevar a un laboratorio y cotejar el ADN de la sangre con el de las víctimas.
El acusado habría dicho ante las autoridades judiciales estar mal psicológicamente y explicó detalladamente cómo asesinó a las víctimas cuando fue a buscar a Romina para hablar, porque ella había terminado la relación hacía una semana por varios episodios de maltrato doméstico, que ya había denunciado en la Comisaría de la Mujer de Escobar.
Además, ayer trascendió que Cardozo habría dicho en declaraciones al fiscal que había cometido los crímenes por venganza. Sin embargo, el dato fue negado a este medio desde el ámbito de la Fiscalía.
Cardozo estaba contratado por el municipio de Escobar para hacer tareas de bacheo en ese partido. Luego de su confesión, volvió a ser detenido en la Comisaría 2ª de Tigre hasta ser derivado a una unidad penitenciaria. Cardozo y Martínez tienen una nena de cuatro años, que estaba con su madre en una casa de enfrente cuando ocurrió el crimen.
Cardozo estaba contratado por el municipio de Escobar para hacer tareas de bacheo en ese partido. Luego de su confesión, volvió a ser detenido en la Comisaría 2ª de Tigre hasta ser derivado a una unidad penitenciaria. Cardozo y Martínez tienen una nena de cuatro años, que estaba con su madre en una casa de enfrente cuando ocurrió el crimen.
Las cifras de los más chicos
En lo que va del 2012 se registraron ocho femicidios vinculados de mujeres y niñas y once de varones y niños, según el conteo que lleva adelante la ONG; en los tres años anteriores, 38 y 60, respectivamente, lo que da otra dimensión, aún más trágica, al drama de la violencia machista. Entre los varones asesinos, muchos de ellos son actuales parejas de la mujer, que es blanco del femicida. Y desde la Asociación Civil La Casa del Encuentro encuentran un patrón entre los últimos casos que explicaría el porqué de las muertes de los menores: “Lo que busca el agresor es provocarle a su ex mujer un daño mayor que quitarle su propia vida: directamente destruirla, destruyendo a sus seres queridos, una hija, una hermana, la abuela. Así causa un impacto en todo su tejido familiar”, señaló Fabiana Túñez, coordinadora ejecutiva de la Asociación.
En lo que va del 2012 se registraron ocho femicidios vinculados de mujeres y niñas y once de varones y niños, según el conteo que lleva adelante la ONG; en los tres años anteriores, 38 y 60, respectivamente, lo que da otra dimensión, aún más trágica, al drama de la violencia machista. Entre los varones asesinos, muchos de ellos son actuales parejas de la mujer, que es blanco del femicida. Y desde la Asociación Civil La Casa del Encuentro encuentran un patrón entre los últimos casos que explicaría el porqué de las muertes de los menores: “Lo que busca el agresor es provocarle a su ex mujer un daño mayor que quitarle su propia vida: directamente destruirla, destruyendo a sus seres queridos, una hija, una hermana, la abuela. Así causa un impacto en todo su tejido familiar”, señaló Fabiana Túñez, coordinadora ejecutiva de la Asociación.
En la ciudad de Santa Fe
El domingo a la madrugada, una mujer de 46 años fue asesinada en la vivienda que habitaba en el barrio Sargento Cabral, situado en la zona sur de la ciudad de Santa Fe, y por el crimen quedó detenido su ex esposo. El homicidio fue descubierto poco antes de las 6 en una casa de la calle Díaz Colodrero al 1900. En una de las habitaciones de la vivienda fue hallado sin vida el cuerpo de la víctima, herida en varias partes del cuerpo aparentemente con un cuchillo.
El domingo a la madrugada, una mujer de 46 años fue asesinada en la vivienda que habitaba en el barrio Sargento Cabral, situado en la zona sur de la ciudad de Santa Fe, y por el crimen quedó detenido su ex esposo. El homicidio fue descubierto poco antes de las 6 en una casa de la calle Díaz Colodrero al 1900. En una de las habitaciones de la vivienda fue hallado sin vida el cuerpo de la víctima, herida en varias partes del cuerpo aparentemente con un cuchillo.
Los vecinos de la mujer avisaron el hecho al Comando Radioeléctrico y también advirtieron que el ex esposo de la víctima estaba cerca de la zona del crimen, a bordo de un Volkswagen Quantum. La policía lo detuvo en proximidades del puente que une la capital provincial con la ciudad de Santo Tomé. Los agentes hallaron en el vehículo rastros de sangre que llevaron al hombre a confesar el homicidio, comentaron las fuentes de la fuerza de seguridad. La investigación del hecho quedó a cargo de la Brigada de Homicidios de la Unidad Regional I, con intervención de la Justicia de Instrucción Penal en turno de los Tribunales provinciales de Santa Fe.
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