miércoles, 29 de agosto de 2012

Independiente eliminó a Boca de la Copa Sudamericana


El empate en cero le permitió al dueño de casa pasar de ronda gracias al 3 a 3 de la ida. El Rey de Copas, con uno menos, sorteó un obstáculo difícil y sigue adelante.



Independiente necesitaba un guiño del destino para aliviar sus penas. Tras una seguidilla nefasta de doce partidos sin victorias que incluyó caída en el clásico y cambio de entrenador, superar la primera instancia de la Copa Sudamericana ante un rival de fuste como Boca no era apenas un detalle. Sabido es que el torneo continental no entra entre los objetivos del Rojo, eliminar al Xeneize entrega una confianza extra. Por eso se celebró tanto este 0–0 en la noche de Avellaneda.
Tras el empate en tres de hace siete días, en cancha de Boca, la revancha encontró a Borrelli sentado en el banco de suplentes local, respondiendo las indicaciones que Américo Rubén Gallego entregaba sentado en el palco.
Con un Paulo Rosales encargado de generar, el dueño de casa buscó plantear el partido en campo rival, pero poco efectivo se mostró. El ex Unión de Santa Fe apenas consiguió levantar a la platea con algunas interesantes asociaciones en el sector izquierdo junto con Malevo Ferreyra, pero poco hubo de peligro en el arco defendido por Oscar Ustari.
Del otro lado tampoco hubo grandes situaciones de gol. Al Boca de Falcioni sin Riquelme se lo notó carente de una persona capaz de marcarle un rumbo al equipo. Sobró corazón pero faltaron ideas; y al Xeneize no le quedaba otra alternativa que convertir para poder seguir adelante en la Copa Sudamericana tras el resultado de la ida.
En el complemento la tempranera expulsión de Eduardo Tuzzio modificó el planteo. En inferioridad numérica, Independiente siquiera se sonrojó por agolparse a defender sacando a relucir su hombría. Resignó el ataque para sepultar los espacios exitentes y cortarle los caminos al visitante. Toda una apuesta que terminó por darle resultados positivos. 
El 0-0 fue una bocanada de aire fresco que, esperan por Avellaneda, sirva para cambiar la mentalidad. Si bien el interés principal es sortear el el promedio y mantenerse en la elite del fútbol argentino la próxima temporada, seguir adelante en la Sudamericana es, también, motivo de felicidad en la tesorería del club, que cobrará un dinero importante para una economía en crisis, con el que seguramente podrá mantener al día al plantel profesional. 

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