Hace 92 años, los llamados “Locos de la Azotea” realizaron la primera emisión de la radiofonía mundial desde el techo del antiguo teatro Coliseo. Desde ese momento, los aparatos, las audiciones y emisoras se multiplicaron y diversificaron hasta nuestros días. ¿Quiénes son tus preferidos? Participá de la encuesta.
El 27 de agosto de 1920, cuatro estudiantes de medicina encabezados por el radioaficionado Enrique Telémaco Susini realizaron la primera emisión de la radiofonía mundial desde el techo del antiguo teatro Coliseo.
"Los Locos de la Azotea", los pioneros mundiales de la radio.
"Señoras y señores: la sociedad Radio Argentina les presenta hoy el festival sacro de Ricardo Wagner, Parsifal, con la actuación del tenor Maestri, la soprano argentina Sara César, todos bajo la dirección de Félix Von Weingarten, secundado por el coro y orquesta del teatro Constanzi de Roma” , dijo por aquel entonces Susini.
La transmisión pudo ser escuchada por apenas 50 personas. Para lograrlo, Susini, Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza –más conocidos como "Los Locos de la Azotea”– montaron una antena sobre un edificio de las calles Cerrito y Charcas de la ciudad de Buenos Aires. Así pudieron transmitir en vivo la ópera y, de paso, entrar en la historia de la radiofonía mundial.
Escuchá la primera emisión de la radiofonía mundial.
Si bien hasta ese momento se habían realizado varias emisiones en forma experimental tanto en Argentina como en otras partes del mundo, esta se la puede calificar como "la primera” debido a que se trató de un envío de una obra artística completa e inauguró la regularidad y sistematización en el servicio, condiciones que aún no se habían producido.
Niní Marshall en su entrañable personaje de Catita, por Radio El Mundo (hoy Radio Nacional).
En pocos meses, las audiciones comenzaron a realizarse alternativamente desde los teatros Coliseo, Colón y Odeón. Pasaban además de música, discos, noticias, recitados, propaganda y actuaciones en vivo.
Con la emisión del combate de boxeo entre Luis Ángel Firpo y Jack Dempsey en Estados Unidos, la presentación de Carlos Gardel por Radio Splendid en 1924 y la transmisión de un partido de fútbol entre las selecciones de Argentina y Uruguay, la era de la radio había comenzado.
"El Glostora Tango Club", un clásico que se emitía por Radio El Mundo.
Durante las siguientes décadas, las estaciones y los aparatos se multiplicaron a la par que se reguló el servicio desde el Estado. La radio se perfeccionó, introdujo nuevos vocablos en el lenguaje cotidiano -éter, sintonía, dial, antena-, dio proyección a ídolos populares - Blackie, Niní Marshall, Luis Sandrini y Discépolo, entre otros- y origen a revistas especializadas en el tema -Antena, Radiolandia, Sintonía- donde se veían las caras de aquellos a quienes solo se los conocía por su voz.
La familia se sentaba alrededor del aparato a escuchar las ficciones: los radioteatros.
La radio se metió en la vida de la gente y estableció lazos poderosos con los oyentes gracias a los personajes y programas que salían al aire -Los Pérez García, Glostora Tango Club- y resistió la competencia que le impuso la televisión.
En los años 60, la llegada de los transistores significó el nacimiento y popularización de la radio portátil - antecesora del walkman, el mp3 y los celulares- y la incorporación masiva de las radios a los automóviles. Así, se inició una nueva era, más cercana a estos días con conversaciones ante el micrófono, música grabada e información instantánea.
"La infama de los que murmuran", una de las reflexiones de Enrique Santos Discépolo en su personaje Mordisquito.
A 92 años del comienzo de la radiofonía argentina, muchas son las audiciones, los estilos y los personajes que ganaron el corazón de los oyentes.
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