lunes, 27 de agosto de 2012

CASO FERREYRA El relato del horror de la patota

María Wenceslada Villalba, una militante del Partido Obrero presente en la protesta de tercerizados del 20 de octubre de 2010, recordó que, después del ataque de la patota de la Unión Ferroviaria, cuando encontró a Mariano Ferreyra sobre la calle, "tenía los ojos abiertos, grandes, pero no tenía fuerza". Además, contó que ella acompañaba a Elsa Rodríguez, militante que quedó con daños neurológicos, cuando recibió un disparo en la cabeza. "La veo en el costado de la frente un agujero hondo en la sien. La dejé despacito, era una bala. Grité: 'Escóndanse que nos quieren matar'", describió.

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