miércoles, 18 de julio de 2012

Marita Verón: una testigo afirma que fue vendida a España


Una mujer que estuvo secuestrada ocho años y hacía tareas de limpieza en la casa de Irma Medina, señalada como proxeneta, indicó que ésta le dijo que la joven tucumana no estaba en el país, y la amenazó para que oculte la información.


Una mujer que estuvo secuestrada ochos años en La Rioja, obligada a hacer tareas de limpieza en la casa de Irma “Liliana” Medina (indicada como la proxeneta), declaró como testigo en el juicio que se sigue contra 13 imputados por la desaparición de Marita Verón.
La mujer, identificada como Andrea D., afirmó que vio a la joven tucumana cuando llegó a la casa de Medina. “La trajo un hombre morocho, medio gordito, con el pelo ondulado, en un auto blanco. Dos mujeres se bajaron y entraron a la casa. Una de ellas tenía el pelo oscuro hasta los hombros. La otra era María de los Ángeles Verón”, relató la testigo.
Además, dijo que apenas entraron Marita y la otra mujer a la casa, donde también estaba José Fernando "Chenga" Gómez, Medina la envió a sacar dinero del dormitorio, que luego le entregó a la acompañante de Marita.
En tanto, explicó que tuvo oportunidad de hablar con la joven tucumana. "'Liliana' me manda a hacer un café. Cuando vuelvo, le dijo que yo me llamaba 'Yanina', y me contó ella es Marita. Después, cuando 'Liliana' se alejó para hablar con la otra señora, Marita me preguntó si yo tenía hijos. No le contesté, y me dijo que ella había dejado un bebé con su mamá en Tucumán", contó.
En tanto, relató que cuando la llevaban a los prostíbulos, pudo ver a la joven tucumana, y que luego de un tiempo no la vio más.
“Una tarde estaba con Medina mirando un programa de televisión conducido por Guillermo Andino y aparecieron los padres de Marita que la estaban buscando. 'Liliana' se reía, y dijo que eran unos boludos, que Marita ya estaba en España. Después me dijo que me iba a matar si contaba eso", afirmó Andrea D.
Por último, recordó una situación en la que Medina la envió a sacar plata de una caja fuerte que tenía en su casa. "Eran $ 50.000 para dar al doctor (Enrique)Leiva para tapar una denuncia contra ella en Tucumán. Luego ella me dijo que era sobre Marita", comentó, y concluyó afirmando que "nadie me dijo que estaba secuestrada, pero se notaba que Marita no quería estar ahí".

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