miércoles, 18 de julio de 2012

En el Norte Grande afecta al tabaco, aceitunas, cítricos, arándanos Preocupa a las economías regionales suba del costo laboral y baja industrialización

La mayoría de las provincias del NEA y NOA no han desarrollado industrias lo que les impide sacar provecho de un proceso de sustitución de importaciones. “Las economías regionales tienen dos aristas, según se concentren en el mercado interno o en el de exportación”, observa Raúl Robín, presidente de Economías Regionales de CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa).



Preocupa a las economías regionales suba  del costo laboral y baja industrialización
En la primera franja, “con excepción de los productos en base a la soja, donde sólo se requiere el equivalente a medio jornal por hectárea, el cuadro se mantiene favorable, a la luz de la suba del precio internacional”.
“Por el contrario –agregó– el cuadro se está complicando para los productos que requieren más de 130 jornales por hectárea, como los productores de aceitunas, cítricos, uvas, manzanas, tabaco y arándanos, porque la suba de las cotizaciones internacionales combinada con la variación del tipo de cambio, no compensa el aumento del costo laboral”.
“Los publicitados casos de los olivares y productores de aceitunas, de las provincias de Catamarca, La Rioja y también de Mendoza, reflejan con nitidez cómo frente a la baja de los precios internacionales y la falta de compensación cambiaria, ha llevado a un estado crítico, a diversos productores”, agregó Jorge Day, investigador jefe de IERAL Mendoza.
“En naranjas se habían alcanzado precios muy altos –agregó– antes del crack financiero de 2008, y luego ha tomado una tendencia decreciente. En ajos, sus precios se duplicaron durante 2010 ante la falta de su sustituto chino, pero a fines del año siguiente volvió esa competencia, generando una fuerte caída de precios”.
Un común denominador en las observaciones de los estudiosos de la realidad de las economías regionales es que “si bien varios precios internacionales han acompañado a la soja, en la mayoría lo ha hecho en una menor magnitud y su tipo de cambio real todavía se mantiene alto, pero ha perdido fuerza en los dos últimos años, debido al dólar barato para exportación”.
Recientes informes de Ieral de Fundación Mediterránea dieron cuenta de que en el caso de la Región Pampeana el 25% de las exportaciones se dirige a Brasil y en 2012 se advierte retracción en vehículos automotores, despachos de trigo y harina, papas preparadas y leche, entre otros, como consecuencia tanto de la recesión que afecta a la industria de ese país como por represalias comerciales a la política exterior de la Argentina, aunque estaría en camino de superación.
Incluso, una actividad dinámica como la industria del vino vio interrumpir el ciclo de bonanza de sus exportaciones por pérdida de competitividad cambiaria, según explicó Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina.
Una reflexión similar surge de un estudio de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, el cual concluye que la pérdida de competividad y la imposición por parte de Brasil de licencias no automáticas a ciertos productos argentinos hizo caer las exportaciones.

Retracción

“La mayoría de las provincias, con excepción de las de la Región Pampeana, no han desarrollado industrias, y esto hoy les impide sacar provecho de un proceso de sustitución de importaciones como el que alienta el gobierno nacional”, destaca Day.
Frente a esta realidad, la Asociación Argentina de Fabricantes de Máquinas-Herramienta y Tecnologías de Manufactura llevará a cabo una jornada para establecer el programa de capacidad de producción nacional sustitutivo de importaciones.
En esa línea, Robín observó que “la retracción del mercado, junto a las restricciones impuestas a las importaciones, está llevando a que en algunos casos, como los productores de olivares y de limones, comience a demorarse la incorporación de máquinas de última generación a su sistema de producción”.
“Hoy se advierte que en muchas provincias que vivieron de la bonanza del gobierno central, ante la desaceleración de las transferencias de ingresos debieron ajustarse el cinturón, porque los números dejaron de cerrar”, dijo Diego Lo Tártaro, director del Instituto Argentino para el Desarrollo de las Economías Regionales.
Destacó el analista que “el principal perjuicio para las economías regionales privadas surgió de las medidas de controles de cambios más rígidas, porque generaron incertidumbre y desorientación, en particular en los sectores que venían golpeados por el aumento de la presión tributaria y alza de los costos, y llevó a frenar decisiones de inversión en toda la cadena de valor”.
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