El precio de la soja volvió e a registrar una fuerte suba en el Chicago Board of Trade, esta vez de 8,82 dólares, hasta anotar un nuevo máximo histórico de 645,80 dólares la tonelada.
El repunte de la oleaginosa también se replicó en los demás granos, ya que el maíz subió 7,19 dólares (hasta 325,2 la tonelada) y el trigo, 2,76 dólares, a 346,27 dólaeres.
Los analistas del mercado explican el fuerte repunte de la oleaginosa a partir del pronóstico de clima cálido y seco en las principales regiones productoras del Medio Oeste de Estados Unidos, que podría continuar durante todo agosto con temperaturas superiores a las normales.
Otros operadores, en cambio, alertan sobre el componente especulativo de las actuales cotizaciones, en especial de la soja, y prevén que tan pronto como el producto alcanzó a rozar los 650 dólares podría desplomarse a 600 dólares o menos.
Por lo pronto, el precio de la oleaginosa acumula desde comienzos de año un aumento de 41%, pero el salto se acerca a 50% si se mide desde el piso de 432 dólares anotado el 13 de enero.
A la vez, en lo que va de julio, y en el marco de una gran volatilidad, la soja avanza alrededor de 25%.
La consultora y corredora rosarina Futuros y Opciones (FyO) añade que la suba en la cotización del petróleo alentaría la tendencia alcista, al incrementar el interés por los biocombustibles.
En lo que respecta al maíz, los analistas dicen que a diferencia de la soja, "aún no mostró sus precios máximos", según evaluó el especialista Pablo Adreani, de la consultora AgriPac.
Los precios futuros de la oleaginosa pueden encontrar un freno en la producción de la Argentina y Brasil, mientras el maíz depende de lo que suceda en Estados Unidos, sostiene el experto.
"La realidad -dice Andreani- nos muestra que hoy la principal potencia productora de soja y de maíz del mundo corre el riesgo de enfrentar una de las peores sequías en toda su historia".
Por eso, añade, "hablar de una disminución de 100 millones de toneladas en la producción de maíz americano no es una ficción; es algo que tiene elevadas probabilidades de ocurrencia".
Para Andreani, "si el USDA recortó en un solo día más de 46 millones de toneladas su estimación de producción de maíz, no debería sorprendernos si tres semanas después, continuando el tiempo seco y sin lluvias, las pérdidas se pueden duplicar y hasta triplicar, si la sequía va hasta fines de agosto".
El especialista señala que "el potencial aumento de las exportaciones de la Argentina, Brasil y Ucrania, todas juntas, no podrán compensar la caída proyectada en el saldo exportable de maíz americano".
En cuanto a la perspectiva de la soja, si bien el recorte de la producción en EE.UU. sería de 15 millones de toneladas, las próximas cosechas en la Argentina y Brasil sumarían en conjunto 150 millones de toneladas, estima Andreani.
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