El
viernes por la mañana, Agustina Favali recibió el alta por parte de los médicos
del Cullen, donde estaba internada desde el domingo. “Hay que seguir su
evolución de cerca”, dijeron los especialistas.
CLAUSURA.
NADIE SE EXPLICA AÚN EL ERROR DE LOS EMPLEADOS DE BARCELONA BAR, QUE PUDO HABER
TERMINADO CON LA VIDA DE AGUSTINA.
Matías
De Philippis
Este
viernes en horas de la mañana, le otorgaron el alta institucional del hospital
Cullen a Agustina Favali, la joven de 22 años que el fin de semana pasado pidió
un trago en un bar céntrico de la ciudad y, por razones que se tratan de
esclarecer, se lo prepararon con soda cáustica.
En un dialogó con María Eugenia Favali, la
mamá de Agustina, tras el alta institucional recibido en horas de la mañana del
viernes. “Mi hija ya está en casa con toda su familia. En este momento se
encuentra con mucho estrés por toda la situación vivida”, contó con un dejo de
tranquilidad y alegría María Eugenia por la salud de su hija. “Ahora hay que
esperar hasta el lunes, cuando tengamos los resultados de la endoscopia para
conocer su evolución y para saber si tenemos que volver a internarla”, continuó
agregando.
“Este
fin de semana vamos a seguir de cerca su progreso y su aceptación a los
alimentos, de la mano de una dieta especial a base de comestibles líquidos en
su gran mayoría”, subrayó la mamá de Agustina.
Por su parte, Cristian Paulón, médico del
servicio de cirugía del Hospital Cullen, que atendió a la joven desde su
internación, indicó que “las secuelas que podría llegar a tener la paciente,
dependen fundamentalmente de la magnitud de las lesiones que se producen al
inicio de la ingesta, es decir, en las primeras semanas. Los médicos la iremos
controlando con el correr de los meses para ir teniendo un pronóstico más
exacto. Confiamos en que la joven curse el próximo período con una buena
evolución”, explicó.
“El
alta fue otorgada porque la paciente no manifestó sintomatologías negativas.
Además, la evolución de las heridas y la tolerancia hacia los alimentos fue
buena. Por el momento la dieta tendrá que ser a base de comestibles, en su
mayoría líquidos, pero también se podrán agregar alimentos procesados”, sostuvo
Paulón.
Prevención
“Puede
ser que la paciente tenga lesiones con manifestaciones agudas en el corto
plazo, o menores pero a más largo plazo. Ése es el efecto de las sustancias cáusticas.
Por eso en materia de prevención, hay que hacer hincapié en aquellas personas
que utilicen productos tóxicos y los dejen en envases de uso cotidiano. Es
fundamental que los rotulen y los dejen separados, lejos del alcance de
cualquier persona para que no haya confusiones. De lo contrario, las
complicaciones pueden ser agudas y afectar tanto los órganos del tracto
digestivo superior y el estómago”, explicó Cristian Paulón, quien recomendó que
“ante la ingesta de este tipo de tóxicos, como lavandina o ácido muriático, es
de vital importancia no tomar ningún tipo de bebida ni provocarse el vómito”.
Un festejo casi fatal
El
sábado pasado por la noche, Agustina salió a festejar el cumpleaños de una
amiga a un pub ubicado en la esquina de 4 de Enero y Obispo Gelabert, llamado
Barcelona Bar. Todos sus amigos pidieron diferentes bebidas y ella optó por una
caipirinha. Cuando llegaron las consumiciones a la mesa, al tomar su trago,
Agustina sintió que se comenzaba a quemar y que le faltaba el aire. En ese
instante, el novio que la acompañaba, al ver la desesperación de la chica por
el dolor que manifestaba, mojó sus labios en la bebida y automáticamente fue
víctima de “un ardor inexplicable”. Luego de unos minutos de discusión con el
encargado y los mozos del boliche, el novio de la joven estudiante de
ingeniería ambiental decidió trasladarla al hospital Cullen. Luego de ser
atendida de urgencia, los médicos determinaron que las lesiones fueron
provocadas por la ingesta de soda cáustica.
El pedido de disculpas, insuficiente
Cuando
ocurrió el hecho, varios empleados del bar, acompañaron al grupo de amigos de
Agustina al hospital Cullen y el lunes a la mañana, el propietario del local
también fue hasta el nosocomio a dialogar con los padres de la víctima. “Se
disculparon mil veces y nos dijeron que fue un error. Que en vez de ponerle
azúcar le pusieron soda cáustica al trago que pidió. Sin embargo, el daño ya
está hecho. Mi hija tiene quemaduras de las cuales aún, no sabemos sus
secuelas. A mí, las disculpas no me sirven porque mi hija tiene quemado el
esófago, la laringe y el estómago. Por ahora, yo estoy dedicada enteramente a
la salud de mi hija, después veremos qué pasa con los responsables de esto”,
manifestó la mamá de Agustina.
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