El robo se produjo a tres cuadras y media de la Comisaría
Tercera y en una de las calles más transitadas de la ciudad.
A las 21.00 del sábado los vecinos escucharon que unos
animales aullaban y pensaron que eran gatos pero todo indica que era el momento
en que envenenaron los perros. Ya con los animales que cuidaban la casa sin
vida, los delincuentes ingresaron a la vivienda rompiendo las aberturas y luego
destrozaron la caja de seguridad que contenía un botín superior a los $100.000
entre dinero y joyas.
La casa del
empresario Rafael Pérez, un hombre de 76 años y dueño de la flota de camiones
"El Gallego y su Beba", está en calle 21 al 400 de la ciudad de
Avellaneda, a solo tres cuadras y media de la comisaría tercera. El empresario
también tiene campos y hacienda.
Pérez salió de su
casa solo media hora antes de que los delincuentes ingresaran a la casa. El
empresario volvió a la medianoche y se encontró con la casa completamente
revuelta. Dos perros, un dogo y un perdicero, murieron mientras que otro más
pequeño agonizaba.
Un rato más tarde
llegaron otros familiares que también viven en esa cuadra.
El juez Virgilio
Palud quiso averiguar más sobre el caso y se apersonó en la vivienda para
hablar con las autoridades de la comisaría de Avellaneda.
Los delincuentes
encontraron más de $80.000 en un ropero de donde también se llevaron un reloj
de oro y varias joyas. También rompieron una caja fuerte empotrada donde
estaban pertenencias de su hijo que está en la isla por lo que no pudieron
contactarlo y saber que había dentro.
Hasta el momento no
hay detenidos y la única pista es un vehículo que estaba estacionado en las
inmediaciones.
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