Carlos Abdo y otros dirigentes iban a presentar el miércoles su renuncia a la Comisión Directiva de San Lorenzo para permitir el desembarco de Marcelo Tinelli quien, tras presentar una lista, iba a ser erigido como el nuevo responsable de la conducción del club.
Sólo faltaba el visto bueno de la familia del conductor y no era un detalle menor, porque fue finalmente su grupo más íntimo el que lo desaconsejó de consumar el desafío inminente y el bolivarense finalmente desistió de su intención.
Tinelli nunca presentó oficialmente su candidatura pero sí se refirió públicamente a lo que parecía próximo (en una emisión de ShowMatch de la pasada semana dijo: "Cómo me presento en San Lorenzo después de ponerme esta peluca", en alusión a una cabellera artificial de color rubio que utilizó en su programa) y hasta se reunió con el presidente de la AFA, Julio Grondona, para ponerse en autos de la situación del club respecto de deudas e inhibiciones, con la intención de reencauzar a la institución de la que es fanático.
Su regreso al "mundo San Lorenzo" no sería sencillo (ya había sido parte vital del equipo que se armó para finalmente ganar el Clausura 2007): además de tener que convocar un grupo inversor para concretar la llegada de refuerzos, el conductor había condicionado su regreso al pago de toda deuda previa, de las cuales no se quería hacer cargo (a fines de 2011 el club reconoció un pasivo de $172 millones).
La actual conducción, sin embargo, no estaba en condiciones de saldar las mismas y entonces sería Tinelli quien heredaría las consecuencias de una gestión deficitaria en millones. Su aporte fue fundamental para levantar la medida de fuerza de los empleados del club y de la ciudad deportiva, quienes reclamaban el pago de sueldos atrasados y el aguinaldo. Así es que, ante este panorama, la familia de Tinelli le aconsejó al conductor que por el momento sólo ocupe el lugar de hincha y dejara en stand by su intención de devolver al club al lugar que se merece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario