Cómo hablarles de sexo

¿Qué es la educación sexual? Es una buena pregunta ya que creemos que la educación sexual es sólo la prevención de un embarazo no deseado o evitar aquellas enfermedades que son de transmisión sexual que -por supuesto esto está incluido- pero también tiene que ver con el conocimiento y el respeto del propio cuerpo y con estar informado para vivir la sexualidad como cada uno quiera libremente.

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Tenemos que pensar primero que todos los seres humanos somos seres sexuados, que tenemos sexualidad desde que nacemos hasta que morimos, y que en ese camino atravesamos distintas etapas.

En este proceso lo más importante es considerar el respeto del propio cuerpo, los riesgos que pueden correr y la información que hay al respecto. Es típico de la adolescencia creer que sabemos todo y que nada nos va a pasar y por otro lado el considerar que tenemos buena información. Pero, ¡cuidado!: es más riesgoso tener mala información a no tener información por lo tanto hay que buscar información fidedigna. Los chicos suelen recurrir para ello a internet, pero no es justamente allí donde la podemos encontrar porque a veces no sabemos la procedencia de lo que estamos leyendo.

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 Los que pueden acompañar en la búsqueda de la información son los adultos, alguna persona de confianza, y hacer base en la educación sexual ya que actualmente estamos más abiertos como sociedad, pero los adultos continúan con el gran desafío que es llegar a los chicos, que puedan escuchar, no ponerse en el lugar de falsa moral, de que todo está mal, ya que de esa manera se corre el riesgo de que los chicos no nos escuchen. Lo ideal sería poder conversar, ver qué desean saber, en qué etapa están, qué necesitan y estar abiertos al diálogo y volver a esto de ejercer libremente la sexualidad con conocimiento.

Los padres tendrían que estar tranquilos en relación a la información sobre la sexualidad que le brindan a sus hijos y saber que el desarrollo sexual  de cada uno es singular y cada uno tiene su ritmo, no por estar más informados los chicos van a estar más incentivados a ello, lo que si tenemos que estar atentos es que en el momento en que la vida sexual activa comienza estén informados para poder tomar las medidas y ejercer la sexualidad responsablemente y esto se logra cuando la educación sexual comienza desde muy pequeños y los adultos no derivan el tema: lo abordan, informan, acompañan, cuidan... ¡y previenen!

Ahora bien, si hay una mamá o un papá que le cuesta hablar del tema lo conveniente es derivar a su hijo a profesionales que los pueden ayudar y reconocer las propias limitaciones.

Como padres es importante aceptar los propios límites y ayudar a que nuestro hijo vaya más allá de eso porque el silencio, las prohibiciones y el tabú no conducen a ningún lugar saludable.

Lo ideal es que el tema de la sexualidad esté incluido desde siempre, y no esperar a determinado momento para empezar a hablarlo porque los chicos desde los 4 ó 5 años ya empieza a rondarles el tema de la sexualidad, por lo tanto si establecemos en casa un diálogo tomando la sexualidad como algo más natural y basándonos en el vínculo que tenemos como padres con nuestros hijos cuando nuestro hijo lo necesite, recurrirá a sus padres.

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El tema es que cuando esto no sucede. Como padres tenemos que empezar a preguntarnos si podemos delegarlo a profesionales que se encargan de eso como médicos, psicólogos, es decir ayudar al chico en cómo buscar información y evitar que esto suceda con amigos, ya que pueden tener una información equivocada.

Lo mejor es un adulto de confianza, la familia o algún profesional que nos pueda ayudar, y pensemos que no estamos hablando solamente de la actividad sexual, también estamos hablando del afecto, de cómo vincularnos, de cómo cuidar nuestro cuerpo, valorarlo, no someterlo a ninguna exposición que no queramos, no hacer nada que no queramos, no dejar hacernos nada que no queramos, y para esto es muy importante la prevención desde muy chiquitos porque sabemos que hay experiencias traumáticas evitables, en donde los chicos se ven expuestos a situaciones que los excede, que no quieren, y para eso hay que estar informados y poder contar con nuestros padres para saber lo que está pasando.