El
Tribunal Oral Federal 1 de San Martín inició el sexto proceso por crímenes de
lesa humanidad, entre ellos el secuestro y desaparición de 7 embarazadas que
dieron a luz en una maternidad clandestina y la apropiación de una nieta hoy
restituida.
Los
imputados en el debate oral y público son diez, de los cuales tres, el ex
dictador Reynaldo Bignone y los represores Santiago Riveros y Eugenio Guañabens
Perelló, estuvieron presentes por estar acusados en la primera causa que se
ventila a partir de este jueves.
El
Tribunal integrado por los jueces Héctor Sagretti, Daniel Cisneros y Daniel
Petrone comenzó la lectura de elevación a juicio pasadas las 10 en la nueva
sede tribunalicia de Pueyrredón 3728, partido de San Martín, destinada
especialmente a la realización de juicios por delitos de lesa humanidad
cometidos en la jurisdicción de Campo de Mayo.
Los
acusados, además de Riveros (ex comandante de Institutos Militares) y Bignone
(segundo de Riveros), son Luis Sadí Pepa, Eugenio Guarañabens Perelló, Julio
San Román, Hugo Castagno Monge, Carlos Eduardo Somoza, Carlos Tomás Macedra,
Carlos del Señor Garzón y María Francisca Morillo, estos últimos acusados por
apropiación de Laura de Sanctis Ovando.
Tres
de las causas que se juzgan corresponden a siete embarazadas desaparecidas
junto a sus parejas y en un caso una asesinada en Campo de Mayo.
Las
embarazadas desaparecidas junto a sus parejas son Marta Graciela Alvarez, Ana
María Lanzilotto, María Eva Duarte, Isabel Acuña, Miryam Ovando, Susana
Stritzler y Beatriz Recchia.
Antes
del inicio del juicio, Laura Catalina de Sanctis Ovando -cuyos padres fueron
secuestrados en Campo de Mayo, estando su mamá embarazada de 6 meses- señaló a
Télam que "este juicio significa abrir heridas, limpiarlas y aliviarlas, y
también es una manera de honrar y hacer presentes a mis padres".
"También
es importante que toda la ciudadanía sepa que el Estado que perpetró crímenes
de lesa humanidad hoy exponga y castigue a los culpables", afirmó Ovando,
nieta restituida en 2008 y cuya causa por apropiación fue incorporada al
debate.
Por
su parte, el abogado querellante por la agrupación Justicia Ya!, Pablo
Piatigorsky, indicó que "la postura de la querella será inscribir los
delitos en el marco de un genocidio", y precisó que solicitarán la condena
de cumplimiento efectivo en cárcel común, ya que "el argumento de
ancianidad no puede ser utilizado como elemento de impunidad".
Junto
con el abogado Jorge Briozzo, el letrado planteó que las más de 20 víctimas de
este juicio "deben ser tratadas como desaparecidas y, por lo tanto, se
exigirá saber dónde están sus cuerpos".
Gastón
Hugo Mena, hijo de Marta Graciela Alvarez y Hugo Francisco Mena -secuestrados y
desaparecidos cuando tenía tres años y su madre embarazada-, espera que durante
el juicio a los asesinos de sus padres "digan quién tiene a mi hermano o
hermana nacida en cautiverio porque es la pieza más importante para armar el
rompecabezas de mi vida".
También
espera conocer a los que "vieron por última vez a mi mamá embarazada y
saber dónde está", señaló el joven de 34 años que en 2010 pudo enterrar
los restos de su padre, identificado por el Equipo Argentino de Antropología
Forense.
Estuvieron
presentes en la primera jornada del juicio la integrante de Madres de Plaza de
Mayo-línea fundadora, Mirta de Baravalle; Ángela "Lita" Boitano, de
Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas; el diputado
nacional y nieto restituido Horacio Pietragalla Corti; y los nietos Victoria
Montenegro, Guillermo Pérez Roisinblit y Lorena Battistiol.
Afuera
del edificio, familiares y agrupaciones de derechos humanos y políticas
esperaban el inicio del juicio con cánticos, banderas y pancartas con los
nombres de los detenidos desaparecidos.
Entre
ellas, se identificaban la Comisión por la Memoria, Verdad y Justicia-Zona
Norte, Comisión por la Memoria del partido de San Martín, agrupación El
Eternauta, Movimiento Evita y Juventud Peronista de San Martín y la agrupación
Kolina.
Campo
de Mayo fue uno de los mayores centros clandestinos de detención con 5 mil
hectáreas en el conurbano bonaerense y allí funcionó la maternidad clandestina
y tres lugares de alojamiento de secuestrados.
A
esa guarnición eran llevados secuestrados de la zona 4 del Ejército que
abarcaba San Miguel, Vicente López, Tres de Febrero, Pilar, Escobar, Tigre, San
Fernando, General San Martín, Exaltación de la Cruz, Zárate, Campana y San
Isidro.
Los
partos se hacían en el hospital Militar de Campo de Mayo, a cargo del fallecido
médico militar Julio Caserotto y también bajo la órbita de Norberto Bianco, un
médico extraditado desde Paraguay.
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